Si tienes un portátil con más de cinco años encima es casi seguro que tendrá un disco duro mecánico en lugar de un SSD. Este tipo de unidades ha vivido una importante popularización durante los últimos dos años, así que solo los equipos más recientes recurren a ese tipo de unidades de almacenamiento, aunque algunos también apuestan por soluciones duales para combinar lo mejor de los dos mundos.
Las unidades SSD se han convertido en el estándar de las unidades de almacenamiento actuales por el valor que ofrecen frente a las unidades HDD tradicionales, y su impacto en un portátil profesional pueden ser realmente grande. En este artículo vamos a compartir con vosotros un sencillo análisis que os ayudará a entender por qué merece tanto la pena actualizar un portátil relativamente antiguo y sustituir su disco duro por un SSD.
Portátil con SSD: el rendimiento mejora muchísimo
Una de las mejoras más importantes que notaremos de forma inmediata es el incremento del rendimiento, algo que se producirá en sentido amplio. Los SSDs ofrecen un rendimiento superior tanto en tasas de transferencia como en tiempos de lectura y escritura aleatoria y reducen, además, las latencias.
Esto significa, a nivel de experiencia de usuario, que un portátil profesional con un SSD tendrá:
- Unos tiempos de arranque y de apagado mucho menores.
- Abrirá más rápido aplicaciones, herramientas, archivos y documentos.
- Reducirá los tiempos de carga al realizar determinadas tareas.
En general tanto el sistema operativo como las aplicaciones y todo lo que dependa de la unidad de almacenamiento funcionará con una fluidez mucho mayor.
Menos consumo energético, más silencioso y resistente
Las unidades SSD carecen de partes móviles, lo que hace que ofrezcan un funcionamiento totalmente silencioso y que tengan un consumo energético inferior. Esto tiene consecuencias muy importantes y muy positivas, ya que el portátil trabajará de manera más silenciosa y tendrá, además, una autonomía mayor gracias a su menor consumo de batería.
Más rendimiento con un funcionamiento silencioso y un menor consumo, tres ventajas importantes a las que debemos sumar, además, su mayor resistencia. Un portátil profesional puede estar en un movimiento casi constante, algo que no se suele llevar bien con los componentes mecánicos que tienen partes móviles.
Un SSD carece de partes móviles, lo que se traduce en una mayor resistencia al movimiento, las sacudidas y las vibraciones, cosas habituales en un portátil, sobre todo cuando hablamos de profesionales que están siempre en movimiento.