La firma WD ha presentado el Blue SN550, un SSD en formato M.2 que utiliza el protocolo NVME y la interfaz PCIE para ofrecer un rendimiento muy elevado manteniendo un tamaño contenido. Esto lo convierte en una excelente opción para portátiles y equipos compactos, y también para ordenadores donde la potencia sea una prioridad.
Un SSD estándar basado en la interfaz SATA III de 6 Gbps alcanza, de media, unas velocidades de lectura y escritura secuencial que rondan los 540 MB/s, y en el mejor de los casos. Con la serie de unidades SSD Blue SN550 de WD esa cifra sube hasta los 2.400 MB/s, lo que significa que multiplican por más de cuatro el rendimiento que ofrecen las unidades SATA III.
El rendimiento es importante, pero la capacidad también. WD es consciente de ello, y por eso ofrece cinco años de garantía en toda la serie Blue SN550. La compañía nos ha confirmado que esta nueva serie de unidades SSD estará disponible en configuraciones que van desde 250 GB hasta 1 TB de capacidad, y que ofrecerán un buen valor precio-prestaciones.
Si buscamos soluciones con un rendimiento todavía mayor y queremos optar por WD no tendremos problema, ya que la compañía también comercializa los SSDs serie Black, que alcanzan velocidades secuenciales de hasta 3.100 MB/s en lectura secuencial, lo que los convierte en una excelente alternativa para aquellos profesionales que quieran disponer de una unidad de almacenamiento de última generación, rápida y fiable que les permita ser más productivos.
Recuerda que los SSDs aportan una serie de ventajas importantes frente a los discos duros tradicionales. Además del rendimiento, que se deja notar tanto en transferencias de archivos como en operaciones tan mundanas e importantes como el tiempo de arranque del sistema operativo y la carga de aplicaciones, también eliminan por completo el ruido de aquellos, tienen un consumo inferior, una fiabilidad mayor al carecer de piezas móviles y ocupan menos espacio.