Los portátiles no son inmunes al paso del tiempo. El uso va generando un desgaste que se puede ir acumulando de forma gradual hasta que se producen fallos que, en algunos casos, pueden llevarnos a pensar que no tenemos más opción que cambiar de equipo.
Sin embargo, lo cierto es que salvo en casos muy concretos es suficiente con llevar a cabo un simple mantenimiento o con cambiar un determinado componente. En este artículo queremos ayudaros con este tema, y por ello vamos a descubrir tres problemas que son habituales en portátiles tras varios años y os explicaremos cómo podemos resolverlos.
1.-Pérdida grave de autonomía
¿Notas que la batería de tu portátil se gasta cada vez más rápido? No te preocupes, es algo normal. Con el uso las baterías van completando ciclos de carga y perdiendo capacidad de retención. Por ejemplo, una batería nueva en un ultraportátil puede ofrecer hasta 16 horas de vida útil por carga, pero cuando haya perdido el 50% de su capacidad de retención apenas llegará a las 8 horas, y cuando se encuentre en un 25% de capacidad de retención puede que no llegue a 4 horas.
¿Cómo puedo solucionarlo? Es muy sencillo, cambiando la batería de tu portátil. No suele ser muy caro, y te permitirá darle una segunda vida.
2.-Bajo rendimiento
El uso también puede degradar el rendimiento del equipo, algo que se hace patente sobre todo en portátiles que todavía utilizan discos duros, ya que además de la fragmentación que se produce con el uso y el paso del tiempo debemos sumar una posible degradación de la unidad de almacenamiento, que normalmente se produce cuando se encuentra en su fase final de ciclo de vida.
¿Cómo puedo solucionarlo? En la mayoría de los casos hacer una desfragmentación periódica puede ayudar a mejorar la situación, pero lo ideal si queremos darle una segunda vida a nuestro portátil es actualizarlo a un SSD. Hacer una reinstalación limpia del sistema operativo también puede ser de ayuda en ciertas ocasiones.
3.-Problemas de temperatura
El paso del tiempo y el uso hace que el polvo y la suciedad se acumule en el interior de tu portátil, pero esto no es todo, también se produce una degradación de la pasta térmica, un elemento fundamental que actúa como punto de contacto con los radiadores y elementos de disipación del calor. Todo esto hace, en conjunto, que tu portátil pierda capacidad de refrigeración con el paso del tiempo, y que acabe dando problemas de exceso de temperatura.
¿Cómo puedo solucionarlo? Es más fácil de lo que parece, ya que basta con abrir el equipo, limpiarlo a fondo y cambiar la pasta térmica. No todos los portátiles se abren con la misma facilidad, así que si no estamos seguros es mejor contratar los servicios de un profesional o recurrir al servicio técnico oficial. Esto también puede marcar una gran diferencia y dar una nueva vida a nuestro portátil.