Cuando Microsoft lanza una actualización semestral se lleva a cabo un despliegue gradual, y Windows 10 May 2019 Update no ha sido la excepción. Es comprensible, basta recordar lo ocurrido con la October 2018 Update y el error que producía la eliminación de algunos documentos para darse cuenta de la importancia que tiene llevar a cabo un lanzamiento controlado, pero al mismo tiempo es un síntoma de que los de Redmond tienen trabajo pendiente.
Las actualizaciones semestrales no llegan en un estado óptimo a pesar del tiempo que pasan en el banco de pruebas y en el canal Insider, y los despliegues se llevan a cabo con tanta «tranquilidad» que en ocasiones tienen que pasar varios meses hasta que una determinada actualización está lista para entrar en fase de despliegue general. Esto también ocurrió con la October 2018 Update, y ha vuelto a ocurrir con Windows 10 May 2019 Update.
Su lanzamiento se produjo hace ya cuatro meses, pero su disponibilidad resultaba limitada. Hoy, según Microsoft, esta actualización está preparada para llegar a todos los usuarios, pero esto no es del todo cierto. Todavía existe un error grave que actúa como elemento bloqueador en el caso de que intentemos instalar la actualización, y afecta, como vimos en su momento, a algunos equipos que utilizan adaptadores de red Intel y Broadcom.
Microsoft ha confirmado que sigue trabajando para resolver este problema y que lanzará un parche con la mayor brevedad posible, pero de momento el panorama es claro, no todo el mundo puede instalar Windows 10 May 2019 Update aunque los de Redmond hayan iniciado el despliegue general de dicha actualización.
Para finales de este año se espera el lanzamiento de una actualización de calidad que actuará como una especie de Service Pack para Windows 10, y que tendrá por objetivo mejorar el rendimiento, la seguridad y la estabilidad de dicho sistema operativo.