La jefatura «autocrática», es decir, aquella en la que el jefe acapara todo el poder sin que se cuestionen sus órdenes, es la que rige en una de cada tres empresas españolas, según un estudio de InfoJobs. Cargar con el buen funcionamiento de una empresa o departamento es una responsabilidad que conlleva estar a la altura, y no todas las formas de asumir este cometido son las más productivas.
Muchos responsables de equipos se preguntan si pueden aprender a ser mejores líderes o si, por el contrario, estas dotes de liderazgo son innatas. En este sentido, una investigación del Initiative One Leadership Institute demostró que solo el 24% de las habilidades relacionadas con el liderazgo son de componente genético, lo que significa que el 76% restante pueden desarrollarse. Teniendo en cuenta estos datos, Aiwin ha identificado cinco cualidades y consejos de liderazgo que los gestores de equipos deben conocer y entrenar para adquirir la visión, seguridad, simplificación y agilidad que sus empresas y equipos necesitan:
Delegar en el equipo
Es la principal dificultad para muchos responsables. Si delegan poco en los empleados pueden dar la sensación de que no confían en ellos, pero, por otra parte, exigirles mucho más de que les corresponde puede llegar a sobrecargarles con tareas para las que no tienen capacidad o responsabilidad. Encontrar el punto medio es la clave.
Colaborativos…
Un estudio de Harvard Business Review destaca que el trabajo en equipo entre empleados y managers se ha incrementado en más de un 50% durante las dos últimas décadas. Algo beneficioso para ambas partes, ya que de esta forma el jefe tiene una perspectiva más cercana del trabajo del empleado, y éste tiene una idea más clara de lo que necesita su superior para cumplir los objetivos del área.
… pero sin excederse en las reuniones
El trabajo colaborativo entre jefe y trabajador es positivo, pero también hay que saber diferenciar responsabilidades. En este sentido, el mismo estudio de Harvard Business Review revela que en muchas empresas este trabajo llega a ocupar hasta el 80% del tiempo de los empleados, contando llamadas, correos y reuniones, lo que en muchos casos hace que el rendimiento del trabajador se vea afectado por disponer de menos tiempo para la ejecución de sus tareas concretas.
Empatía
Que los responsables de equipos sean capaces de ponerse en la piel de sus empleados puede llegar a ser fundamental. Un informe de Jonathan Haidt para la Universidad de Nueva York, ha demostrado que la colaboración, el respeto y la lealtad del trabajador hacia su jefe aumentan en proporción a la capacidad empática de su superior.
Valorar el trabajo bien hecho
El cerebro humano acostumbra a dar menos importancia a lo positivo que a lo negativo. Teniendo en cuenta esto, no resulta extraño que 8 de cada 10 empleados españoles crean que en su empresa se destacan mucho más los errores que los aciertos, según el Índice de Reconocimiento en España de Amstel. Además, este mismo informe revela que el 96% de los empleados está más decidido a hacer un buen trabajo cuando se les reconoce positivamente. Mantener una política de reconocimiento en la oficina ayuda a aumentar la productividad.