Las reformas del hogar están en auge, ya sea la renovación de la vivienda habitual como tras la compra de una vivienda de segunda mano y el verano es una de las mejores épocas para llevarlas a cabo.
La escasez de obra nueva ligado al alza de los precios de viviendas de nueva construcción ha disparado la venta de propiedades de segunda mano y, por consiguiente, también las reformas en el hogar ya que se estima que, siete de cada diez viviendas de segunda mano se reforman con anterioridad o posterioridad a la venta. En este contexto, el período estival es una buena época para reformar el hogar ya que en el tramo que va desde mayo a agosto se concentran el 30% de las reformas que se acometen en todo el año.
Las reformas eficientes en el hogar mejoran la calidad de vida de los inquilinos y, pese a que suponen un desembolso económico inicial, éste se revierte a posteriori en un ahorro económico. Por un lado, las obras de mejora de la vivienda permiten elevar el precio de salida del alquiler en un 30% y el de la venta en un 20%. Por otro lado, aquellos que reforman el hogar para continuar viviendo en él podrán ahorrar una media de 750 euros anuales en la factura eléctrica, según datos de la patronal de reformas. Por ejemplo, una vivienda de 90 metros cuadrados podría reducir el consumo energético entre un 40% y un 80% gracias a las obras de acondicionamiento.
“Las reformas en el hogar son constantes a lo largo del año, sin embargo, con la llegada del buen tiempo, a partir de mayo, se produce un incremento en el número de solicitudes por parte de los propietarios que aprovechan el periodo de ausencia vacacional para acometer ciertas mejoras en el hogar”, afirma Pere Monràs, CEO y cofundador de Nemuru, fintech que origina préstamos online para que los profesionales de las reformas ofrezcan financiación a los clientes en el punto de venta. “Los profesionales del sector, principalmente autónomos y pequeñas empresas, tienen dificultades para ofrecer financiación a sus clientes en el punto de venta cuyas consecuencias son la imposibilidad de escalar el negocio y cerrar los presupuestos para acometer la reforma”.
Una reforma eficiente del hogar implica cambios y mejoras en la electricidad, pavimento, fontanería, o aislamiento. Hay dos energías que están ganando adeptos: la energía fotovoltaica para promover el autoconsumo y la aerotermia, es decir, una energía renovable que aprovecha la energía térmica del aire y la puede transformar en refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si se desea, agua caliente todo el año. “El binomio aerotermia y fotovoltaica resulta muy interesante para viviendas y casas adosadas. Gracias a la aerotermia se elimina el consumo de gas para focalizarse en el consumo basado en energía renovable. La energía fotovoltaica es esencial para el autoconsumo, y un aliado para soportar puntas de consumo con las baterías del coche eléctrico”, señala Eduard Villanueva, director del grupo Ditecsa, compañía especializada en proyectos industriales y medioambientales.
Reformas para conseguir una vivienda eficiente
Ventanas. Para evitar fugas de calor o de frío y un correcto aislamiento acústico, lo mejor será apostar por ventanas batientes de doble vidrio. Contar con PVC o cristales emisivos, que evitan que se desperdicie el calor de la casa, pero a su vez posibilitan la entrada de luz, es recomendable además de realizar un correcto aislamiento de la caja de las persianas.
Calefacción. El suelo radiante con aerotermia gana adeptos entre los profesionales de las reformas para conseguir un sistema de calefacción eficiente. “Lo ideal en casas nuevas o reformas integrales es contemplar calefacción a través de suelo radiante funcionando con aerotermia o, en su defecto, y dependiendo de la climatología del lugar de la vivienda, también es interesante considerar un sistema de climatización por Split o conductos”, apunta Villanueva.
Paredes. Las fachadas y las paredes de vivienda son algunos de los puntos donde se producen más fugas y precisan de un buen aislamiento. Para evitarlo, se puede aprovechar la renovación de la fachada para aislarla correctamente o, como alternativa, utilizar la técnica de insuflado, que consiste en inyectar material aislante en el interior de las paredes para evitar pérdidas de calor y frío, manteniendo el confort térmico en todas las estaciones del año.
Techos, suelos y tejado. Para los techos, una opción es aislar la cámara de aire o colocar un falso techo con aislante térmico para proteger la vivienda. El aislamiento del suelo es fundamental para evitar fugas innecesarias y, si el tejado lo permite, es idóneo implantar placas fotovoltaicas para el autoconsumo.
Domótica. Las nuevas tecnologías están al servicio de la eficiencia energética. Los dispositivos domóticos permiten integrar diferentes sistemas de control como, por ejemplo, para la climatización y la regulación de consumos de la casa. Estos dispositivos inteligentes permiten conseguir un importante ahorro energético manteniendo la casa con el mínimo consumo cuando está vacía y también climatizar o calentar agua cuando por ejemplo hay excedentes de fotovoltaica o en tarifa nocturna.
La patronal de reformas constata el buen momento del sector. El número total de reformas en los hogares españoles será de 1,6 millones en 2019, lo que supone un 2,4% más que el año anterior, según la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac). En cuanto a la estimación del coste de la reforma integral de una vivienda de 90 metros cuadrados, la asociación señala que tiene un coste medio de 26.000 euros.