¿Notas que tu equipo va cada vez más lento? ¿Las aplicaciones tardan en cargar, los archivos se copian con lentitud y los tiempos de apagado y encendido son cada vez más largos? Es un problema frecuente en PCs y portátiles que utilizan unidades de almacenamiento HDD, los tradicionales discos duros, en lugar de un SSD.
La llegada de las unidades SSD al mercado de consumo general ha permitido que los precios de este tipo de componentes se reduzcan de forma considerable, y también se ha producido una mejora importante en todo lo relacionado con su fiabilidad y su rendimiento.
Hoy en día podemos encontrar unidades SSD cuyo precio arranca entre los 18 y los 25 euros. Este tipo de modelos tienen, por lo general, una capacidad de 120 GB, suficiente para instalar el sistema opera operativo y trabajar con documentos y archivos que no sean muy pesados. Son ideales para un PC centrado puramente en ofimática y navegación web.
Si necesitamos una mayor capacidad de almacenamiento podemos optar por modelos de 240 GB, cuyo precio ronda los 35 euros, o por modelos de 480-500 GB, que se pueden encontrar con precios que parten de los 55 euros, aproximadamente.
Actualizar un PC o un portátil con un SSD nos permitirá darle una segunda vida y mejorar en gran medida sus prestaciones. De la unidad de almacenamiento dependen cosas tan importantes como los tiempos de arranque y de encendido del equipo, y también los tiempos de inicio y de carga de las aplicaciones y herramientas que utilicemos, así que su peso está fuera de toda duda.
¿Todavía no tienes claro por qué deberías plantearte instalar un SSD? Pues no te preocupes, estas tres razones te ayudarán a aclarar tus ideas:
- Rendimiento superior: un SSD permite disfrutar de un apagado y un encendido que mucho más rápido (hablamos de unos segundos), un lanzamiento más rápido de las aplicaciones y una reducción de los tiempos de carga y de copia de archivos. Todo el PC ofrecerá un funcionamiento mucho más ágil y fluido.
- Funcionamiento silencioso: las unidades SSD carecen de partes mecánicas, lo que significa que no hacen ningún tipo de ruido al funcionar.
- Menos consumo y mayor fiabilidad: los SSDs tienen un consumo más contenido y al carecer de partes móviles presentan una mayor resistencia a sacudidas y vibraciones. Estas dos ventajas marcan una diferencia importante, sobre todo, en equipos portátiles, ya que ayudan a mejorar la autonomía y la movilidad.
Todo equipo que presuma de ser un buen portátil profesional debe tener hoy en día unas especificaciones mínimas, y el SSD es una de ellas.