El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hoy los datos relativos al empleo, entre abril y junio: el número de desempleados en España ha descendido en 123.600 personas, quedando la tasa de paro en un 14,02% y aumentando en 333.800 los puestos de trabajo. Pero, estas aparentes cifras positivas arrojan un dato oculto: es el ritmo más lento de creación de empleo desde el año 2016.
Esta información podría ser un síntoma de la desaceleración que, según los expertos, va a afectar a todo el mundo a partir de 2020 y que es más que posible que traiga una nueva crisis económica.
Hace unos meses se encendieron todas las alarmas. El profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, muy reconocido por haber predicho con bastante exactitud la pasada crisis, volvió a poner en jaque a las economías del mundo. Así, el economista advirtió que no nos dejáramos engañar por la aparente buena forma de las economías mundiales, ya que se están desarrollando ciertos ambientes tóxicos para propiciar una nueva crisis, seguida de una recesión mundial.
Como ocurrió en 2008, los problemas se están gestando en los principales motores económicos: China y Estados Unidos. Si queremos qué va a pasar en Europa a medio plazo, hay que echar un vistazo a estos países. Si bien, los americanos están registrando buenos datos en cuanto a empleo (ya han alcanzado el pleno empleo) con políticas de estímulos muy atractivas, la inflación está creciendo por encima de los objetivos. Esto es, precisamente, una consecuencia de dichas políticas ya que son consideradas como «insostenibles » a largo plazo y están provocando un calentamiento lento pero constante de su economía.
Otro motivo son los ya conocidos enfrentamientos comerciales entre China y Estados Unidos, que llevan ya varios meses y cuya consecuencia más sonada fue el «caso Huawei». Los expertos creen que si sucede algo parecido de nuevo, provocado por una «venganza» de los chinos contra los americanos, se producirá un desencandenante fatal para el bienestar económico mundal. Además, el proteccionismo estadounidense está provocando también una desaceleración del crecimiento de terceros países, lo que les está llevando también a enfrentamientos con Europa, México o Canadá.
En Europa apenas estamos recuperándonos de la anterior crisis, por lo que un nuevo golpe sería bastante perjudicial, sumado esto al creciente populismo político de la zona euro, con Gran Bretaña desligada cada vez más e Italia, amenazando también con irse.
«El verano pasado, mi colega Brunello Rosa y yo identificamos 10 posibles riesgos que podrían desencadenar una recesión mundial y particularmente en Estado Unidos, en 2020. Nueve de ellos todavía no se han resuelto a día de hoy», este ha sido el comienzo del inquietante artículo de Roubini.
