Un crédito consiste en una operación financiera donde una entidad o persona (el acreedor) le concede a otra (el deudor) una cantidad económica en una cuenta a su disposición, comprometiéndose la segunda a devolver todo el dinero tomado, pagando además un interés por el uso de esa cantidad en el tiempo o plazo definido de acuerdo a las condiciones establecidas para dicho préstamo.
Los créditos bancarios son otorgados por instituciones crediticias, principalmente los bancos, mediante la celebración de un contrato por el que se establece la deuda.
Es decir, estamos ante un voto de confianza que un cliente recibe al obtener dinero de una entidad financiera, ya sea pública o privada. Las entidades financieras son aquellas que captan dinero de sus clientes mediante operaciones pasivas y lo prestan a tasas más altas de las que lo reciben, en operaciones activas.
Hay que aclarar que un crédito bancario no es lo mismo que un préstamo bancario. La principal diferencia está en los intereses. En el caso del préstamo el cliente paga todos los intereses ya que recibe todo el dinero mientras que en el crédito bancario solo paga intereses por las cantidades empleadas. Es decir, en los préstamos la entrega de dinero es una suma fija y sobre esa suma se pagarán los intereses que podemos ir devolviendo con el capital o por separado.
A continuación, vamos a destacar los principales créditos que existen y cómo funcionan según las diferentes clasificaciones que existen, tal y como establece la web Rankia.
Tipos de crédito en función del destino
Estableciendo la clasificación según su destino tenemos dos tipos de créditos: el de producción o comercial y el de consumo/
- Crédito de producción o comercial
El crédito comercial se dedica a financiar los campos relacionados con la agricultura, ganadería, pesca, comercios, industrias y transporte de las distintas actividades económicas. También ayudan en el pago de las compras de bienes, capital de trabajo, servicios y proveedores.
Se suelen pagar en el medio y corto plazo.
- Crédito de consumo
Cuando hablamos de un crédito de consumo, nos referimos a aquellos que se piden para cubrir necesidades más de tipo personal, y suelen tratarse de algún bien o servicio. Son créditos que sólo se entregan a las personas físicas, nunca morales. Entre ellos podríamos encontrar la compra de un auto, la planificación de una boda, iniciar un negocio, irse de vacaciones… etc.
Normalmente se pagan en el corto y medio plazo.
Tipos de crédito en función del plazo
- Créditos a corto y medio plazo
Los créditos a corto y medio plazo son aquellos en los que el pago de la devolución del monto y de los intereses se realiza en un periodo de entre uno a cuatro años.
- Créditos a largo plazo
Sin embargo los créditos a largo plazo, establecen que la devolución del monto y de los intereses puede realizarse en un plazo que puede llegar hasta 40 años y que no baja de los ocho.
No obstante, en ambos casos, cuando se trata de concretar los plazos, suele acordarse entre la entidad y el cliente, o bien se establece como condición en el propio crédito.
Tipos de crédito en función de la garantía que asegura el pago de la devolución e intereses
- Crédito personal
Por ejemplo un aval. En este caso una persona garantiza el pago de la deuda, y se compromete a pagarla en caso de que el deudor principal no cumpliese con la obligación.
- Crédito real
En este caso podría tratarse por ejemplo de una hipoteca, en la que el acreedor podría cobrar su deuda del saldo obtenido por la venta del bien.
Criterios a tener en cuenta para elegir un crédito
Los siguientes son los aspectos que hay que tener en cuenta para solicitar un crédito sea del tipo que sea, hipotecario, personal, comercial… Siempre es necesario saber en qué consisten estos elementos para poder comparar unos créditos con otros.
- Tasa de interés: debemos identificar si la tasa de interés que nos ofrecen es fija, variable o mixta.
- Plazo del crédito: has de establecer el tiempo durante el cual deseas manejar tu crédito, ya que muchas veces la tasa de interés se fija en función de ello.
- Costo Anual Total (CAT): considera tanto la tasa inicial de interés y cualquier otro interés que se pague al final del plazo del crédito.
- Monto total a pagar, teniendo en cuenta la tasa de interés, las comisiones y costos extras.
- Tiempos forzosos: consulta bien las condiciones en que te ofrecen el crédito, ya que algunas instituciones, pasado un plazo determinado, deciden variar las condiciones del crédito y la tasa.
- Cálculo de interés: es siempre más barato tener un préstamo donde el interés es calculado diariamente.
- Comisiones de apertura, de gestión…