El reciclaje es una de las herramientas clave cuando hablamos de sostenibilidad y medio ambiente. Brother es consciente de ello, y por eso ha reforzado su apuesta por la economía circular.
Actualmente Brother cuenta con centros específicos en Reino Unido y en Eslovaquia que promueven esa economía circular, lo que ha permitido a la compañía mejorar sus campañas de reciclaje hasta conseguir que el 60% de la producción actual de sus equipos utilice materiales reciclados.
Según datos oficiales que ha proporcionado la compañía japonesa en Europa se consumen alrededor de 58 millones de toneladas de plástico, una cifra enorme de la que solo se recicla alrededor de un 30%.
Brother no se conforma con aportar su granito de arena, sigue trabajando para mejorar poco a poco. Gracias a sus esfuerzos la compañía ha logrado fabricar nuevos productos que pueden ser reciclados hasta tres veces, lo que contribuye a reducir su huella de carbono y potencia, como dijimos, la economía circular.
El reciclaje permite crear productos con materiales de dispositivos y equipos obsoletos, aunque normalmente se combinan con una parte de plásticos y otros materiales nuevos para asegurar una calidad de construcción y unos acabados a la altura de lo que podríamos esperar de un producto fabricado únicamente con materiales nuevos.
Por último Brother también ha confirmado que sigue trabajando para mejorar el diseño y la construcción de sus impresoras, todo con el objetivo de hacer que sean más eficientes, más compactas y que utilicen una menor cantidad de materias primas. Estos mismos valores los aplican a sus cartuchos de tóner, que están fabricados con materiales reciclados y tienen una elevada capacidad de impresión, lo que ayuda a reducir su impacto en el medio ambiente.
Reciclar no solo reduce el impacto asociado a la creación de plásticos nuevos y otros materiales, sino que además reduce la cantidad de residuos y de materiales de desecho que van a parar a vertederos.