El préstamo bancario o crédito es muy recurrido por el ciudadano medio y consiste en una operación financiera en la que una persona (el acreedor, habitualmente la entidad bancaria) realiza un préstamo por una cantidad determinada de dinero a otra persona (el deudor) y en la que este último, se compromete a devolver la cantidad solicitada en el tiempo o plazo definido de acuerdo a las condiciones establecidas para dicho préstamo. A dicha cantidad, podría unirse el pago de los intereses devengados, seguros y costos asociados si los hubiere.
El préstamo se puede emplear para diversos fines como puede ser la compra de un coche, la reforma de la casa o el pago de una deuda. Normalmente el director de la entidad bancaria va a solicitar todo tipo de documentación que acredite que estamos en condiciones de devolver ese crédito. Deberemos mostrar nuestra nómina, nuestros gastos fijos habituales o nuestras declaraciones de la renta, en base a estos datos se nos concederá o no el préstamo.
Condiciones para el préstamo
Los bancos tienen en cuenta toda la información a la que pueden acceder para analizar y evaluar el riesgo de conceder un préstamo, por lo que se van a basar única y exclusivamente en los datos que aparezcan en los documentos a los que puedan acceder.
En primer lugar, se comprueban los extractos bancarios. No solo para ver qué ingresos está percibiendo el cliente, sino también porque el banco va a obtener mucha información útil acerca de nuestros hábitos financieros. Los gastos domiciliados, el uso que hacemos de la tarjeta y con qué frecuencia, si alguna vez hemos estado en números rojos, si has tenido impagos, multas, etc. Es decir, la entidad bancaria va a saber qué tipo de vida económica llevamos a partir de este control que hace a nuestros movimientos.
El banco también va a analizar todos nuestros datos de otra índole. Es decir, si estamos dados de alta en la Seguridad Social, si estamos al día con Hacienda, si en el caso de ser autónomos tenemos todo en regla, etc. En definitiva, nos van a hacer un análisis exhaustivo de nuestras cuentas y de la declaración de la renta. De este modo, van a obtener una visión general de nuestros ingresos y también si tenemos alguna vivienda en alquiler o accedemos de manera regular a alguna prestación.
No podemos olvidar que nuestro estado de endeudamiento siempre va a ser público ya que hay una lista de personas que tienen deudas que aparece en la Central de Riesgos del Banco de España (lo que se conoce más como CIRBE). No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las operaciones en las que hay endeudamiento de por medio pasan a formar parte del CIRBE. Están exentos, los préstamos con amigos o familiares, así como otras vías de financiación como el factoring. Pero muchas de las operaciones habituales sí están recogidas en este sistema en concreto. La entidad bancaria siempre solicitará información en este organismo antes de acceder a conceder un crédito.
Además, hay que tener en cuenta que algunos bancos van a exigir también algún tipo de garantía extra, como es el caso de avales o garantías dependiendo del tipo de producto al que queramos acceder. Esto es más común en el caso de que sea una empresa la que solicite el préstamo, a la que pueden pedir un proyecto viable o un plan de negocio. También y dependiendo de la finalidad del crédito el banco podrá llegar a solicitar una cotización o justificación de lo que se va a adquirir, tales como presupuestos o facturas con proveedores.
Por otro lado, en el caso de de tener otra propiedad, la entidad bancaria tiene en cuenta si está libre de cargas, lo que pagamos exactamente por ella, las cantidades que faltan por abonar, etc. Todos estos datos van a ser fundamentales para poder hacer un estudio de tu estado financiero.
En el caso de tener otras operaciones abiertas con otra entidad bancaria o financiera, la entidad a la que solicitamos el préstamo no lo sabe. Esto puede no ser siempre positivo ya que hay diferentes factores que pueden afectar a lo que vaya a ocurrir después.
Consejos para pedir un préstamo
A la hora de pedir un préstamo a un banco no podemos obviar una serie de cuestiones que nos van a ayudar a que todo salga de una manera correcta.
En primer lugar, hay que leerse todo con detalle. Puede parecer de perogrullo, pero cuando vemos demasiada documentación no todos los hacemos. La letra pequeña es fundamental. Los detalles del contrato son muy importantes para que todo vaya sobre ruedas. Para ello la información es crucial ya que debemos documentarnos a través de amigos, conocidos o expertos que previamente hayan solicitado un tipo de crédito similar. Dejarnos asesorar por gente experta en la materia y de confianza puede ser muy importante.
Y sobre todo, hay que dedicar tiempo a analizar los plazos que más nos convengan para el crédito. Dependiendo de nuestras circunstancias, puede ser más beneficioso uno u otro. Muchas veces hay cierto margen para escoger la cuota de pago mensual, y solemos tener la tentación de escoger un extremo u otro: o pagar una muy reducida o pagar una que nos libere del préstamo cuanto antes. En el centro suele estar la virtud. Hay que buscar algo que nos permita deevolver el préstamo con comodidad y poder seguir disfrutando de la vida.