El chileno Matías Muchnick, fundador de NotCo, no se creía que el mismísimo Jeff Bezos, presidente de Amazon, le hubiera escrito un correo «de su puño y letra». La idea que había desarrollado este joven empresario, junto con otros socios, había impactado tanto al hombre más rico del mundo que no se lo pensó dos veces y le comunicó que Amazon invertiría 30 millones de dólares en su startup.
Y la idea era la siguiente: clonar alimentos de origen animal usando Inteligencia Artificial, de manera que se «crearan» estos mismos alimentos pero con componentes vegetales, es decir, más sanos.
Y no, no nos estamos refiriendo a las hamburguesas de tofu o la leche de soja, sino a clonar el sabor, la textura y el olor del alimento original en solo 10 pasos:
- Se ingresa en el sistema informático la fórmula química del alimento a clonar.
- Un software busca coincidencias a nivel molecular en una base de datos en la que están «mapeados» más de 4.000 ingredientes vegetales.
- El programa devuelve un patrón químico que respeta colores, sabores y texturas del alimento original.
- El software sugiere los ingredientes y se cocinan en una olla.
- El producto es testado por un equipo de profesionales culinarios (en este caso, lo hizo una ganadora del programa de televisión MasterChef Chile).
- Se analizan el color, la textura y el aroma, entre otros aspectos.
- El clon debe comportarse como el original. En el caso de la leche vegetal, debe hervir a igual temperatura y servir para obtener derivados (queso, manteca, etc..).
- En el caso de que fallen esta pruebas, se ajustan ciertas variables y se vuelve a ejecutar el proceso.
- Gracias al aprendizaje automático (Machine Learning), estas correcciones sirven para que el software ofrezca resultados más acertados al futuro.
- Una vez que el producto reúne todas las características, pasa a producirse a escala industrial.
Entre los miembros del equipo capaces de lograr esta proeza están un doctor en biotecnología, Pablo Zamora, y un doctor en Ciencias de la Computación, Karim Pichara. Y lo que hace posible esta idea es el algoritmo informático, al que llamaron Giussepe, y que es capaz de buscar las equivalencias químicas vegetales a casi cualquier alimento animal.
El primer producto que clonaron fue una mayonesa, a la que llamaron NotMayo, elaborada solo con plantas chilenas. «Hay que cambiar el sistema de la comida desde cero, reinventarlo», indicó Muchnick. Parece que este producto está a punto de ser comercializada en Argentina, aunque aún tiene que sortear una serie de barreras burocráticas y sanitarias.
¿Tú la probarías?