¿Qué necesitan las empresas pequeñas para «seducir» a las grandes? A lo largo del presente artículo vamos a establecer una serie de recomendaciones para que, si estás al frente de una pyme o tienes intención de formar parte de ella, puedas seguir unas pautas determinadas para que tu startup sea atractiva para los inversionistas.
En un mercado como el actual, donde la competencia es feroz, marcar la diferencia es fundamental y saber tocar la puerta adecuada en el momento justo puede resultar determinante.
Crea o refuerza tu marca
Es probable que tu pyme ya esté configurada, pero en este punto es muy importante que tengamos, si no es así habría que modificar este aspecto, una marca lo suficientemente atractiva para los inversores. Para ello, y esto es un clásico, tenemos que conocer cuál es exactamente nuestro público objetivo y qué características sociodemográficas reune. Todo esto debemos realizarlo sin renunciar a las características propias de nuestro producto. No todos los productos deben venderse de igual modo.
Es en este momento en el que hay que dotar de identidad a nuestra marca, atribuyéndole personalidad y una serie de principios. Estos valores deben representar promesas que sepamos que vamos a ser capaces de cumplir. Además, tenemos que aportar algo diferente, es decir, ser originales y debemos transmitir un mensaje de positividad que resulte atractivo para el cliente.
Aquí juega un papel importante la adecuación del producto que ofrecemos a las necesidades del cliente suministrando un producto o servicio diferenciado.
Transmite profesionalidad
La startup tiene que ser seria desde el minuto 1, debemos transmitir profesionalidad en todo momento y preguntarnos si nosotros confiaríamos en ella en el caso de que fuésemos potenciales clientes.
No es una cuestión económica, sino de dedicarle tiempo, de trabajar duro, de cumplir con lo prometido y de intentar dar una respuesta rápida cuando alguien se comunique con nosotros, vía email o a través del teléfono.
Parte del profesionalismo con el que debe contar una startup implica tener los documentos a mano para presentar nuestra propuesta al fondo que la requiera. Tener todos los papeles en regla es muy importante.
Cuida la imagen
No es nada nuevo pero conviene recordarlo. La imagen es fundamental y en la era de internet y de las nuevas tecnologías nuestra carta de presentación que es la página web, y por extensión las redes sociales, tiene que estar cuidada al detalle. Hay que ser cuidadosos en el diseño ya que debe ser adaptable al mercado internacional.
Además, trabajar bien el posicionamiento en las redes sociales y la realización de campañas exitosas pueden ser decisivas para llamar la atención de las grandes empresas.
Cuida al cliente
La máxima de que el cliente siempre tiene la razón debemos aplicarla. Uno de los puntos fuertes de las pymes es que ofrecen un trato más cercano y personalizado que las grandes empresas.
En muchas ocasiones, los empleados de una pyme conocen a sus clientes por nombre y apellido lo que contribuye a generar un grado alto de complicidad. La atención personalizada suele gustar mucho y hoy en día cada vez tiene más importancia la reputación que tengamos en la web.
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