La factura electrónica es un recurso en auge. Según los datos publicados por el estudio SERES de Implantación de la Factura Electrónica en España 2017-2018 el pasado año se cerró con un total de 181.884.086 de documentos emitidos a través de dicho recurso, una cifra que comparada con 2017 representa un aumento del 14,92%.
Si desglosamos esa cifra vemos que 147.953.331 documentos corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22.292.891 a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y 11.637.864 a ventas de empresas a particulares (B2C).
El estudio pone de relieve que gracias al uso de la factura electrónica las empresas españolas pudieron reducir sus gastos de gestión de facturas recibidas en unos 900 millones de euros, y en 511 millones de euros los gastos de gestión de facturas emitidas. Son cifras muy interesantes que por sí solas explican el valor que ofrece el uso de la factura electrónica, pero también debemos tener en cuenta el ahorro que dicho recurso representa a nivel de trabajo y de uso de papel:
- Gracias a la factura electrónica se redujeron 662.145 horas en la tramitación de las facturas recibidas y 106.963 horas en las emitidas.
- El gasto de papel se redujo de manera significativa, con todo lo que ello supone tanto a nivel de gastos como de respeto por el medio ambiente.
Entre las comunidades autónomas que más han recurrido a la factura electrónica en 2018 se encuentran Madrid, la Comunidad Valencia, Andalucía, Cataluña y Castilla y León, que lideran el ranking en número de empresas emisoras, y Madrid, Cataluña, Andalucía y Castilla y León, que lideran receptoras. Si hacemos una valoración conjunta Madrid, Cataluña y Andalucía fueron las que emitieron y recibieron un mayor número de facturas electrónicas.
Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM, ha comentado:
«En los últimos años asistimos a un fuerte crecimiento orgánico de la factura electrónica entre las empresas españolas, que va amplificando su capilaridad geográfica y sectorial. Las medianas empresas siguen siendo el colectivo de usuarios de e-factura más importante y, al mismo ritmo, con menor escala, sigue creciente el número de grandes y medianas empresas usuarias. Del mismo modo, por sectores se mantiene el liderazgo del sector Servicios, seguido por Industria y, a más distancia, el Sector Primario. La e-factura es una pieza clave de la transformación digital de los negocios y sus efectos positivos empezarán a notarse en el conjunto de la sociedad».
Todo parece indicar que 2019 será un año muy importante para la universalización de la factura electrónica en la UE. El nuevo estándar europeo de factura electrónica, que será obligatorio en las relaciones B2G a partir del próximo 18 de abril, y las primeras iniciativas nacionales que apuntan a una obligatoriedad general del uso de la e-factura darán el espaldarazo definitivo a este modelo de facturación, y sentará las bases para la «desaparición» gradual de la factura tradicional en papel. de la factura tradicional en papel.