Windows Lite es el nombre con el que se conoce de forma provisional a una nueva versión de Windows 10 que Microsoft está desarrollando bajo un concepto modular que apuesta, desde el principio, por aligerar el sistema operativo.
En palabras más sencillas podemos decir que Windows Lite es una especie de Windows 10 reducido a su mínima expresión. Esto quiere decir que vendrá con los elementos justos para funcionar de forma óptima en equipos con un nivel de hardware bastante modesto. Por las primeras informaciones que tenemos todo apunta a que será un rival directo para Chrome OS, con el que Microsoft intentará triunfar allí donde Windows 10 S fracasó.
Hechas las presentaciones podemos profundizar en el concepto de modularidad en Windows Lite, aunque la idea gira realmente alrededor de Windows Core OS. Éste será el núcleo básico del sistema operativo, un elemento central sobre el que se podrán añadir capas de personalización (módulos) para adaptar y personalizar la experiencia de uso en función del dispositivo en el que se vaya a utilizar.
Windows Lite representará un cambio importante, no solo por tener un menor peso y un menor impacto en términos de rendimiento, sino también porque carecerá de soporte de aplicaciones Win32 y porque traerá, además, una nueva interfaz de usuario.
Según la fuente de la noticia Microsoft ha optado por simplificar la interfaz de Windows Lite para mostrar un acabado más limpio y fácil de utilizar. En esa nueva interfaz no tienen cabida los «live tiles», hasta tal punto que su nuevo botón de inicio será, en teoría, prácticamente un calco del que está presente en Windows 7.
Windows Lite se perfila, por tanto, como un sistema operativo simplificado, más ligero y preparado para funcionar en equipos económicos y poco potentes. Sin embargo, presenta carencias importantes, entre las que destacan esa falta de soporte de aplicaciones Win32 y la imposibilidad de actualizar a una versión estándar de Windows 10.
