Las redes sociales son una herramienta de comunicación clave para las empresas. A través de estas plataformas, las compañías pueden estar en contacto con sus clientes y mostrar cuáles son sus productos o servicios. TreceBits analiza cómo pueden las pymes mejorar sus ventas en Instagram, la red social del momento.
“Nuestro consejo es ser uno mismo en las redes sociales”, coinciden Alejandra Fernández e Ignacio Hierro, cofundadores de la marca de ropa Arica Brand (@aricabrand). “Siempre va a haber gente a la que le guste más o menos lo que haces, y en este mundo, saturado de oferta, se premia la autenticidad”, opinan.
Su firma textil tiene 26.000 seguidores en Instagram, una red social en la que aterrizaron en 2016. “Lo más difícil es sin duda diferenciarse [de la competencia], integrar un valor añadido a tu marca”, confiesan. “En el caso de Arica, nos sentimos orgullosos de haber conseguido un hueco en este sector tan competitivo. Los seguidores que tenemos los hemos captado de manera orgánica, nos conocen y hay un porcentaje muy alto de fidelización. Al final somos una familia, que no entiende Arica sólo como ropa, sino como un estilo de vida”, destacan.
Por su parte, Carla Díaz y Rocío Rivera están detrás de Atelier Bio (@atelierbio), una tienda de cosmética natural con 3.800 seguidores. A su juicio, la comunicación es capital. “Primero hay que tener una buena estrategia e ir mostrando cada producto, explicando los beneficios que se obtienen con él. Y después enseñar cómo utilizarlo, porque es complejo”, explican. En este sentido, los directos semanales que organizan para “mostrar y aclarar dudas sobre el producto que promocionamos son clave”.
“Nuestro balance es positivo, ya que el feedback que obtenemos es mayoritariamente desde esta red social”, añaden. Entre los hitos que han conseguido hasta ahora, destacan que han dado a conocer su marca, han incrementado su cifra de suscriptores, han lanzado su primer curso online y han aportado cada vez más información de valor.
Bebe-Té (@shopbebete) es otro ejemplo de pyme en Instagram, donde ya reúne a 2.800 seguidores. Jordi Arias intenta “cuidar mucho las fotos” que publica. “Me gusta que la gente vea cosas ‘bonitas’, no solo la imagen de un producto. El mundo del té está vinculado a la salud, la tranquilidad, estar con uno mismo… Intento transmitir eso en mis publicaciones”, recalca. En su caso, desvela que aprovecha las stories para compartir fotos suyas trabajando, momentos divertidos o canciones de Spotify.
“Instagram es un muy buen escaparate”, agrega este emprendedor, quien destaca que a través de esta plataforma crea en ocasiones más vínculo que en el cara a cara. “Se rompe el hielo antes en las redes. Creo que en Bebe-Té he conseguido crear una comunidad en torno a mi tienda y el mundo del té”, significa como aspecto positivo.
La tienda de decoración infantil Minimoi (@minimoi_) tiene una presencia especialmente destacada. Tiene 84.000 seguidores. Roser Cuscó, su fundadora, explica que este medio les acerca a su audiencia, facilita las ventas, les permite testar el lanzamiento de nuevos productos y también detectar necesidades no cubiertas.
“No existe una receta mágica para vender a través de Instagram”, reconoce. No obstante, ella aporta algunas claves de qué hacen y qué les funciona. Por un lado, “cuidan las imágenes” que publican en el feed, para que muestren los productos de forma real y sean coherentes con la imagen de marca que transmiten.
Quizás también te pueda interesar: