Han pasado más de cuarenta años desde que en 1971 Pedro Lazaga («¡Vaya par de gemelos!» «Hasta que el matrimonio nos separe») firmase «¡Vente para Alemania, Pepe!» una de las obras cumbre de su filmografía. En la cinta, un envidioso Alfredo Landa sueña con seguir los pasos de su amigo Angelino (José Sacristán), emigrante recién llegado de Alemania presumiendo de las maravillas del país germano, donde abunda el trabajo y sobran los multimillonarios.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. O quizás, no tanto. Un nuevo informe elaborado por HSBC, que toma como referencia las opiniones de más de 22.318 expatriados de 163 países, indica que Alemania sigue siendo el mejor país del mundo en el que buscar un trabajo. Tras Alemania, que ha subido una posición respecto a la edición anterior de este estudio, se sitúan Bahrein y Reino Unido, que han escalado diez y seis puestos, respectivamente.
El fuerte ascenso de Bahrein se debe, sobre todo, a sus atractivos salarios, mientras que Reino Unido se valora como el mejor país del mundo para quienes desean aprender nuevas habilidades y uno de los mejores para progresar laboralmente. España, por su parte, ha subido 13 puestos respecto al anterior informe y ocupa ahora la posición 31 en el ranking general, su mejor registro desde que el banco empezó a realizar este estudio, en 2015.
Eso sí, España aparece como el séptimo país del mundo en conciliación laboral y profesional. En la categoría de cultura laboral, para el 36,47% de los expatriados encuestados, España es mejor que su país de origen.
Según HSBC, la ambición profesional es la principal razón por la cual las personas se arriesgan y se establecen en el extranjero, con un 51,2% de respuestas entre los encuestados. Además, trabajar en el extranjero ayuda al 58% de las personas a ganar confianza.