ZDNet asegura que la posibilidad de mover Windows 10 en un Chromebook se hará realidad muy pronto. No es la primera vez que hablamos de esta idea, de hecho en este artículo hicimos una exposición bastante completa sobre esta cuestión y hablamos de la pérdida de identidad que ésto podría suponer para los portátiles basados en Chrome OS.
No es un tema de poca importancia. El valor de los Chromebook que tanto gustó al consumidor se asentaba sobre tres grandes claves: su bajo precio de compra, su ecosistema de aplicaciones y herramientas basado en Internet y en la nube y su simplicidad de uso. Con esta sencilla explicación podemos entender por qué decimos que instalar Windows 10 en un Chromebook hace que dichos equipos pierdan su identidad.
Es evidente que dar la posibilidad de instalar Windows 10 en un Chromebook puede permitir a Google posicionar dichos portátiles como una solución más flexible y equilibrada, y llegar con ello a un público más amplio, pero esto cambia el hecho de que representa, como dijimos, una clara pérdida de su valor original.
Volviendo a la fuente de la noticia podemos encontrar dos datos de gran valor. El primero es que se muestran convencidos de que el anuncio oficial de esta nueva opción se producirá en el CES de 2019, es decir, en enero del próximo año. El segundo dato de interés es que solo podremos instalar Windows 10 en un Chromebook que cumpla, como mínimo, con las siguientes especificaciones:
- Procesador Intel (serie m, Celeron, Pentium o Core).
- 4 GB de memoria RAM.
- 64 GB de capacidad de almacenamiento.
No son unos requisitos altos, pero es importante tener en cuenta que Google podría establecer además limitaciones concretas por modelos en función del tiempo que lleven en el mercado. Ya ocurrió con la llegada de la Google Play Store (tienda de aplicaciones de Android) a Chrome OS, así que no podemos descartar que sigan el mismo patrón con la posibilidad de instalar Windows 10.