Los futuros financieros son unos contratos que obligan a las partes contratantes a comprar o vender un activo en una fecha futura y determinada a un precio establecido de antemano. Este tipo de contratos se negocian en el mercado de futuros.
La parte que acordó comprar el activo subyacente en el futuro, el comprador del contrato, se dice que toma la posición en largo ; por su parte, el vendedor toma la posición en corto y es la parte que acuerda vender el activo en el futuro. Esta terminología refleja las expectativas de las partes – el comprador espera que el precio del activo suba, mientras que el vendedor desea o espera que baje.
Hay que recordar que un contrato futuro es muy similar a un forward, con la diferencia de que el futuro se negocia con contratos estándares para todas las operaciones que prevean los mismos términos contractuales y la suscripción de éstos se lleva a cabo en bolsas organizadas y no directamente entre dos contrapartes.
Por otra parte, hay que tener en cuenta los conceptos estar largo y estar corto. Estar largo hace referencia a que quien compra contratos de futuros, adopta una posición larga, por lo que tiene el derecho a recibir en la fecha de vencimiento del contrato el activo subyacente objeto de la negociación. Básicamente significa comprar hoy para vender mañana o invertir hoy para mañana recuperar el nominal más las plusvalía.
Estar corto significa que quien vende contratos adopta una posición corta ante el mercado, por lo que al llegar la fecha de vencimiento del contrato deberá entregar el correspondiente activo subyacente, recibiendo a cambio la cantidad de dinero acordada en la fecha de negociación (venta) del contrato de futuros. Básicamente significa financiarse hoy con la venta del activo que aún no tenemos, tomando la obligación de devolver el activo mañana.
Características principales
El BBVA explica exactamente en qué consisten los futuros financieros y cuáles son sus características principales.
- La cotización de los futuros evoluciona de forma paralela a la de la cotización del activo subyacente.
- Los futuros se negocian en mercados oficiales y organizados, muy similares a los mercados de acciones.
- Cuando operamos con futuros debemos depositar unas garantías para evitar perjuicios a la otra parte (comprador o vendedor) en caso de que no se pudiera llevar a cabo la operación (entrega del dinero o del activo subyacente objeto del contrato) en la fecha de vencimiento.
- Las pérdidas y ganancias que se produzcan se liquidan diariamente. Así, no es imprescindible llegar al vencimiento y realizar la compra/venta del activo, ya que se puede hacer la operación contraria (comprar si primero se vendió, o vender si primero se compró) para cerrar la operación con anterioridad, en cualquier momento previo al vencimiento del contrato.
- Ejemplo:Si compramos 3 contratos de futuros sobre acciones de BBVA, para cerrar la posición tendremos que vender los 3. Al contrario, si primero se venden 2 contratos de futuros sobre acciones de BBVA, habremos cerrado la posición cuando recompremos 2 contratos de futuros sobre acciones del BBVA.Las posiciones pueden abrirse y cerrarse en cualquier momento.
- El dinero que no está depositado como garantías o pérdidas diarias puede colocarse en un depósito a un día o algún producto similar.
- En la fecha de vencimiento el contrato de futuro expira y deja de existir, por lo que si se quiere prolongar la posición tomada más allá de dicha fecha debe efectuarse una operación conocida como roll-over. Con ello, se mantiene la posición abierta hasta la fecha del próximo vencimiento.
Tipos de futuros financieros
Los futuros se clasifican, según asegura Bankinter, atendiendo al activo financiero subyacente, los dos primeros grandes grupos serían:
Futuros sobre activos físicos
Se realizan sobre tres grandes clases de productos:
- Productos agrícolas y ganaderos: cereales, oleaginosas, productos cárnicos, productos tropicales, otros, etc.
- Metales: oro, plata, platino, paladio, aluminio, cobre, plomo, níquel, magnesio, zinc, etc.
- Energía: petróleo y sus derivados (gas natural, gasoil, propano, energía eléctrica, etc.).
Futuros sobre instrumentos financieros
Se clasifican en:
1. Futuros sobre tipos de interés: nacen para intentar cubrir los riesgos debidos a la variación en el tipo de interés del mercado y tienen como activo subyacente activos financieros de renta fija: obligaciones, bonos, Letras del Tesoro, depósitos interbancarios, cédulas hipotecarias, etc. Pueden ser:
- Futuros a corto plazo.
- Futuros a largo plazo.
En la fecha de vencimiento se procede a la entrega del subyacente en el caso de los futuros a largo plazo o se liquida por diferencias entre el precio del futuro en el momento de abrir la posición y el precio en el vencimiento en el caso de los futuros a corto plazo
2. Futuros sobre divisas: se negocia la compra de una cierta cantidad de divisas en una fecha futura y a un precio prefijado. Los futuros de divisas más comercializados, son los que corresponden a las divisas más utilizadas en transacciones comerciales: dólares, euro, libra esterlina, yuanes, yenes, dólares canadienses etc. Ahora también los hay sobre criptomonedas como el bitcoin.
3. Futuros sobre acciones. También hay futuros sobre dividendos de acciones. La unidad mínima de negociación se llama contrato que representa generalmente 100 acciones.
4. Futuros sobre índices bursátiles: han sido los últimos en aparecer. El precio está sujeto a las variaciones de un índice bursátil. No hay entrega final del activo subyacente, ya que éste no tiene existencia física. También los hay sobre cualquier tipo de índice: meteorológico, inmuebles, fletes, medioambiente, reaseguros, etc.
Tipos de operadores de futuros financieros
Dentro de los tipos de operadores de futuros financieros tenemos la cobertura, cuyas operaciones con futuros se realizan con el fin de reducir el riesgo que afrontan ante movimientos potenciales en mercado. En lo que a inversión respecta, los especuladores utilizan los futuros para apostar respecto de la dirección futura del mercado. Mientras tanto, el arbitraje supone la obtención de un beneficio libre de riesgo por medio de transacciones en dos o más mercados.
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