Nos lo recuerdan poco después de habernos abrochado el cinturón de seguridad y tras haber recibido las recomendaciones de seguridad durante el vuelo:»a partir de este momento, desconecten sus teléfonos móviles o pónganlos en ‘modo avión’».
Obedientemente, la mayoría de los pasajeros procedemos. Y sin embargo, puede que se nos olvide. O que simplemente, consideremos que no sirve de nada porque…¿qué es lo que podría pasar? Pues como recoge el medio irlandés «The Irish Times» , olvidarse se activar el «modo avión» puede traducirse en una factura telefónica de varios cientos de euros.
El periódico recoge la historia de un pasajero de Aer Lingus, que semanas después de haber realizado un vuelo entre su Dublín natal y Nueva York, recibió una factura de At&T en el que se le exigía el pago de 300 dólares por el uso de su teléfono móvil durante el vuelo.
Al no haber activado el «modo avión» explican fuentes de la compañía, el smartphone de este pasajero se había conectado a las antenas que proporcionan roaming dentro de la cabina.
Lo peor de la historia es que cuando un avión dispone de esta tecnología (normalmente aquellos que ofrecen WiFi de pago) un teléfono que no haya activado este modo, responsable de inhabilitar todas las opción de conectividad del terminal, hará lo posible por seguir buscando una red a la que conectarse…por lo que es de esperar que no estemos ante un caso aislado.
Representantes de Aer Lingus han explicado de hecho que la culpa por supuesto es del pasajero por no haber seguido las recomendaciones de seguridad y que por otro lado, podía haber contratado una tarifa para navegar por Internet en su desplazamiento transatlántico.
En cualquier caso, un despiste que como hemos visto, puede llegar a salirnos muy caro.