Más información nutricional y más sencilla de comprender en el etiquetado de los alimentos. La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha anunciado este lunes la implantación de un nuevo etiquetado nutricional de productos alimentarios y bebidas siguiendo el modelo Nutri-Score, que otorga un color a cada alimento en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identificarán los alimentos más saludables; los rojos, los de menor calidad nutricional.
Se persigue así un doble objetivo: que los ciudadanos estén mejor informados sobre la calidad de los alimentos que consumen y que las marcas se esfuercen por ofrecen alimentos más saludables. Como ha explicado la ministra, la nueva medida se aprobará en «dos o tres meses» y hasta entonces, se trabajará con la industria alimentaria para que vayan adoptando paulatinamente y de forma voluntaria, la nueva fórmula. El nuevo sistema de etiquetado nace tras una recomendación de la UE a sus países miembros. Hace seis meses ha sido implementado en Francia y en los próximos meses también se pondrá en marcha en Bélgica y Portugal.
«Esta información permitirá que la ciudadanía pueda comparar con otros productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable», ha resumido la titular de Sanidad. La ministra ha anunciado además, otras iniciativas para reforzar la Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS), como la reforma del actual Código PAOS, en el que la industria se autorregula con respecto a la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a menores de 15 años.
Basándose en la nueva Directiva de servicios de comunicación audiovisual que se aprobará en el Parlamento Europeo, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sanidad va a limitar la publicidad de los alimentos con perfiles nutricionales menos saludables para niños.
«La actual autorregulación es claramente insuficiente. Tiene carencias. Hay que darle un impulso», ha explicado la ministra, que a continuación ha advertido de que, si estas estrategias de autorregulación de la industria no cumplen con los objetivos del Ministerio, están abiertos a aplicar un modelo más restrictivo y vinculante.
Institutos y hospitales, libres de productos insanos
También dentro de estas medidas para facilitar opciones alimentarias más saludables y combatir la obesidad, Carcedo ha detallado que se desarrollará la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición para impedir la venta de alimentos y bebidas poco saludables en colegios e institutos.
En esta misma línea, ha avanzado que se va a desarrollar un protocolo para que las contrataciones públicas de menús, cátering, vending o cantinas tengan criterios de calidad nutricional, además de los relacionados con la seguridad. La meta, nuevamente, es restringir la presencia de alimentos no sanos en centros públicos como hospitales o universidades.
Sobre un posible impuesto a las bebidas azucaradas, Carcedo ha reconocido en declaraciones a los medios que es una de las recomendaciones recogidas por la OMS y la Comisión Europea. «En todas las líneas estamos trabajando», ha afirmado la ministra.
Por último, Carcedo ha apoyado el Plan de Colaboración para la Mejora de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2020, que contempla ratificar 20 acuerdos con asociaciones de los cinco sectores del entorno alimentario (fabricantes, distribución, restauración moderna, restauración social y vending), integradas por más de 500 empresas y que afectará a más de 3.500 productos. Entre los compromisos adquiridos, se encuentra la reducción paulatina hasta 2020 de una media del 10% de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.