El mercado de comida a domicilio (o food delivery si quiere decirlo «a lo startup») va como un tiro. Las empresas del sector esperan servir a más de 1.000 millones de clientes antes de 2022 y empresas como Glovo, Just Eat, Deliveroo o Uber Eat están literalmente en boca de todos. Para seguir creciendo, algunas de ellas se han dado cuenta que ya no basta con llenar el estómago de sus usuarios, también hay que hacerlo propio con el de las empresas. Así que si Deliveroo presentó «Deliveroo for Business» hace ya unos años, Uber acaba de hacer lo propio con…»Uber Eats for Business«.
Pero si algo hay que reconocerle a Uber es que su aproximación a las empresas es inteligente y no se limita a un simple «que pague el jefe». En este sentido, además de cargar los pedidos de los empleados a la cuenta corporativa de la compañía, Uber permite que las organizaciones apliquen todo tipo de filtros.
Así, las empresas pueden determinar qué empleados pueden hacer uso de Uber Eats y quiénes no; cuánto se pueden gastar como máximo en una comida; a partir de qué hora y en qué oficinas se pueden realizar pedidos; cuántas veces por semanas/mes se puede pedir comida para llevar, etc.
¿Y qué ocurre con aquellos que quieran pedir algo más caro de lo que se establece en la política interna de la compañía? Fácil: la diferencia entre la parte subvencionada y el coste del pedido será cargado a la cuenta personal del usuario, sin que este tenga que hacer nada.
Uber Eats forBusiness se integrará de forma automática en las cuentas Uber for Business y se lanza en Estados Unidos de forma oficial esta semana. Además, la compañía ha explicado en un comunicado que progresivamente se irá implantando el servicio en todos los países en los que tiene presencia.