¿Cuáles son los errores que como líderes no podemos cometer si vamos a emprender? Según la plataforma de recursos humanos Talentfy, no llegaremos demasiado lejos con nuestro proyecto empresarial si mentimos, arriesgamos más de lo necesario o si no tenemos claro cuáles son nuestras prioridades. En este sentido, la compañía ha elaborado un decálogo en los que se detallan los errores que debemos evitar a toda costa. Son los siguientes.
Mentir
La credibilidad es uno de los cimientos de cualquier carrera profesional y casi de cualquier itinerario de vida. Es fundamental que hagamos lo que decimos y cumplamos todo aquello a lo que nos comprometemos.
Si somos creíbles las personas que tenemos alrededor creerán y confiarán en nosotros, lo que supone base fundamental para construir cualquier proyecto, actividad o empresa. Este principio, aplicable a todos, cobra especial relevancia para quién lidera un proyecto, con un equipo y/o un grupo de inversores a las espaldas.
Sacar el látigo
Los jefes del «ordeno y mando» y del «porque y lo digo» han pasado a la historia. El estilo de liderazgo autoritario y jerárquico está cayendo en desuso porque funciona mal, especialmente en el arranque de nuevos proyectos en los que el entusiasmo, la energía y la flexibilidad del equipo son claves.
Tratar a las personas que trabajan con nosotros como lo que son, lo más importante de cualquier empresa, es esencial para un buen clima laboral.
Arriesgar más de lo necesario
Puede resultar tentador implicarse al 100% en ese nuevo proyecto que tanto nos apasiona, pero es preciso establecer límites para no acabar siendo devorado por nuestra propia criatura. Hay que saber en cada momento qué, cuándo y cuánto arriesgar. Es importante meditar y tomar buenas decisiones, a veces lo «que nos pide el cuerpo» no es la mejor decisión.
No comunicar
De nada sirve hacer grandes cosas si luego no somos capaces de comunicarlo al exterior. El empresario ha de contar con las herramientas para trasladar la esencia de su organización y servicios de una forma atractiva y «sexy», para que todo el mundo lo entienda y suscité interés. Ya sea para vender, para atraer a un inversor o a un potencial empleado.
«Mejor sólo que mal acompañado»
Un error común entre los que arrancan un proyecto es dedicarse en cuerpo y alma a sacar adelante la tarea de cada día, olvidándose de salir fuera para buscar nuevas alianzas, hacer networking, o ahondar en nuestras relaciones. El ecosistema del líder requiere compañía frecuente de otros emprendedores y/o profesionales externos con los que explorar sinergias.
El emprendedor siempre acompañado, sobre todo si consigue rodearse de los mejores, eso sí, cuidado a la hora de elegir la compañía.
No priorizar
Caer en la procrastinación puede ser muy perjudicial. Para evitarlo hay que saber identificar lo importante de lo urgente, fijarse prioridades. El paradigma debiera ser “mejor hoy que mañana”. Difícilmente se podrá gestionar un negocio o a un grupo de personas si no se autogestiona uno mismo.
No ser constante y perseverante
Son sobradamente conocidas las dificultades y retos continuos con los que va a tropezar un emprendedor, que a menudo generarán pesimismo y tentaciones de abandonar. Ser constantes y perseverantes está en la base del éxito de la empresa.
Aprender cada día y escuchar a todos aquellos que nos pueden aportar algo puede ayudarnos a no desfallecer. Constante, perseverante pero a la vez paciente.
Caer en la soberbia
El negocio podrá ir mejor o peor según el momento, pero en ningún momento se puede dejar de ser humildes. Emprender no es una competición contra nadie ni seremos mejores o peores dependiendo de que el negocio funcione mejor o peor. La humidad nunca debe dejar de acompañarnos.
Falta de adaptación
Un emprendedor puede tener una idea de negocio pero en su desarrollo no puede ser ajeno a las tendencias del mercado, a menudo cambiantes. Para poder aprovecharse de esos cambios el emprendedor ha de tener «cintura» para saber adaptarse y realizar los cambios necesarios que puedan ser provechosos para su propio negocio.
Obsesionarse con el corto plazo
Habrá retos y problemas que requerirán soluciones inmediatas o a corto plazo. Pero la estrategia global del negocio deber ser fijada a largo plazo. Estar obsesionado cada día con los problemas inmediatos puede llevar a perder la perspectiva y las metas que nos hemos fijado al emprender.