Último obstáculo despejado. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado luz verde al que será el primer servicio ferroviario de alta velocidad privado, una conexión internacional a Montpellier (Francia) promovida por Ilsa, compañía propiedad de los accionistas de Air Nostrum, que competirá con Renfe en su trayecto entre Madrid y Barcelona.
Este primer AVE privado entrará así a competir en uno de los corredores con mayor tránsito de viajeros de país, plantando cara al AVE de Renfe y también al puente aéreo. La CNMC ha dado vía libre a este servicio casi un año después de recibir la solicitud y tras resolver la petición de Renfe de analizarlo para determinar que cumplía con los criterios de tráfico internacional.
En su resolución, la comisión concluye que la oferta global que Ilsa plantea cumple los requisitos para ser considerado como tráfico internacional, el único de transporte ferroviario de viajeros que actualmente está liberalizado. La apertura a la competencia del tráfico nacional está prevista para finales de 2020.
Así, la CNMC asegura haber constatado que al menos el 30% de los viajeros del AVE Madrid-Montpellier de Air Nostrum realizarán trayectos entre los dos países, y que al menos el 20% de su recorrido es fuera de España, tal y como establecen las directivas europeas para considerar un tráfico como internacional.
Tras conocer la resolución de la CNMC, Ilsa tan solo ha apuntado que «sigue adelante con su proyecto para convertirse en el primer operador ferroviario privado del país», según han indicad fuentes de la compañía.
En la solicitud de prestar servicio que presentó a la CNMC hace un año, esta compañía confiaba en comenzar a dar servicio a comienzos del próximo mes de octubre con dos frecuencias diarias por sentido. No obstante, además del tiempo transcurrido, y a pesar de haber logrado el visto bueno de la CNMC, el servicio de Ilsa está actualmente pendiente de conseguir la correspondiente luz verde para utilizar trenes AVE de Renfe.
En concreto, Ilsa ha solicitado tres unidades de los AVE más antiguos de Renfe, los S-100 de Alstom que la compañía compró para el AVE a Sevilla, que arrendará a través de la filial Renfe Alquiler. En su resolución sobre este primer AVE privado, la CNMC concluye que el lanzamiento de este servicio tendrá «efectos positivos» para los usuarios dado que, según el plan de negocio de su promotor, «triplicará las frecuencias actuales entre Madrid y la ciudad francesa y elevará en un 50% las que parten desde Barcelona».
Asimismo, estima que se reducirá el tiempo total de viaje y se mejorará la oferta ferroviaria actual, toda vez que, según la comisión, «los tiempos propuestos por Ilsa para sus trayectos son un 10% inferiores a los de Renfe y serán más baratos».