La receta parecía perfecta: ofrecer un sistema operativo sólido, de forma prácticamente gratuita y vivir de los servicios de valor añadido. Y hasta cierto punto, Microsoft lo ha conseguido. Las cifras de Windows 10 mejoran mes a mes y en el mercado residencial, la cifra de usuarios que resisten a actualizar sus versiones antiguas de Windows está cayendo en picado.
No ocurre lo mismo sin embargo en las empresas. Si bien Windows 10 está entrando por la puerta principal de muchas compañías y esta vez sí, Windows XP parece un fantasma del pasado, no ocurre lo mismo con Windows 7. Mantener este sistema operativo, lanzado el 22 de octubre de 2009, sigue siendo crítico para un gran número de empresas.
Tanto, que Microsoft ha decidido alargar el periodo de tiempo en el que seguirá publicando parches de seguridad y actualizando este sistema. En principio la compañía había declarado que el 14 de enero de 2020 sería el último día que Winodws 7 sería mantenido de forma oficial. Ahora sin embargo los de Redmond han decidido alargar el soporte hasta 2023… pero únicamente para las empresas que estén dispuestas a pagar el precio.
En este sentido, las actualizaciones de seguridad estarán disponibles para las versiones de Windows 7 Professional y Windows 7 Enterprise, para las compañías que hayan suscrito o vayan a suscribir un plan de mantenimiento. Aquellas empresas, normalmente las más pequeñas, que no quieran pagar por las nuevas actualizaciones, deberán empezar a considerar a partir de finales de 2019 una alternativa IT si quieren mantener la seguridad de sus sistemas.
Por otro lado cabe recordar que mientras que la compañía sigue comprometida con la que ha sido una de las versiones más exitosas de Windows, no ocurre lo mismo con Windows 8, versión que en realidad nunca tuvo demasiada penetración en el mundo corporativo y para la que no hay ningún plan concreto.