Reinventar el correo electrónico no es barato. Que se lo digan a Slack, que en su batalla por acabar con el correo empresarial acaba de anunciar una nueva ronda de inversión de 370 millones de euros. La nueva inyección eleva la valoración de la compañía hasta los 6.100 millones de euros, convirtiéndose en la más valorada de su segmento.
«La forma de trabajar de la gente está cambiando y estamos comprometidos a ofrecer el mejor producto y la mejor experiencia para nuestros clientes», ha afirmado el equipo de Slack. La compañía usará el capital captado para reforzar sus recursos y flexibilidad.
Actualmente, Slack cuenta ocho millones de usuarios activos diarios, así como con más de 70.000 equipos de pago, que integran a más de tres millones de usuarios. La compañía todavía aprecia que existe un «enorme potencial» de crecimiento.
El cofundador y consejero delegado de Slack, Stewart Butterfield, adelantó el pasado mes de mayo que la empresa no saldría a bolsa en 2018. El directivo, que también fue cofundador de Flickr, no ha cambiado su hoja de rutadesde entonces.
Esta nueva ronda de financiación ha estado liderada por las firmas de inversión Dragoneer Investment Group y General Atlantic, con la participación como asesor de fondos y cuentas de T.Rowe Price Associates, así como con las firmas Wellington Management, Baillie Gifford y Sands Capital como asesores adicionales de fondos.