Si quieres comer carne, mejor que busques trabajo en otra empresa. Este es el mensaje que WeWork, una de las compañías de coworking más importantes del mundo, está trasladando de forma sutil a sus empleados. Con la excusa de reducir su impacto medio ambiental, la empresa ha eliminado la carne tanto de los menús que ofrece en sus comedores (tiene más de 6.000 empleados en todo el mundo) como en los actos que organiza.
Sin embargo no se conforma con decir adiós a algo tan americano como las hamburguesas. En una nota interna a todos sus trabajadores, ha informado que no asumirá el coste de los platos de carne que consuman en cenas y comidas de trabajo.
Dicho de otra forma, si un empleado se reúne con un cliente, más vale que le convenza de las bondades de la verdura o el pescado antes de sentarse a la mesa. Muchos de sus trabajadores han visto en esta nueva política una retorcida forma de recortar costes, ya que normalmente los platos de carne suelen encontrarse entre los más caros de la carta.
Sin embargo WeWork por lo menos ha intentado defenderse con argumentos. La startup ha explicado que la ganadería intensiva es una de las actividades que más contribuyen al cambio climático, por su uso de agua, la deforestación de tierra e incluso, la emisión de gases de efecto invernadero. Además la empresa ha reducido el uso de plástico desechable en sus centros de trabajo y tiene un fuerte compromiso con el reciclado de residuos.
Pese a todo, cabe preguntarse si limitar lo que comen sus empleados puede traducirse en un menor impacto ambiental de forma evidente o si en realidad, no sería mucho más útil apostar por ejemplo, por nuevas políticas de eficiencia energética.