Las aplicaciones en segundo plano son algo habitual en cualquier equipo y no, no se limita al PC sino que se extiende a otros dispositivos como smartphones y tabletas. Su razón de ser es muy sencilla, se mantienen en una especie de estado de suspensión para que el usuario puede volver a ellas con gran rapidez.
En el caso de Windows 10 las aplicaciones en segundo plano se reactivan casi al instante porque no tienen que pasar de nuevo por el ciclo del procesador, pero esta ventaja implica un consumo de recursos que puede no terminar de salirnos rentable, sobre todo cuando tenemos aplicaciones en segundo plano que no utilizamos.
Esas aplicaciones consumen recursos del sistema (memoria RAM principalmente), así que pueden acabar afectando al rendimiento del equipo en configuraciones muy modestas (equipos con menos de 4 GB de RAM sobre todo).
En este artículo os vamos a explicar los pasos que debéis dar para reducir en unos segundos las aplicaciones que Windows 10 mantiene en segundo plano. Esto is ayudará a liberar recursos y puede mejorar de forma considerable el rendimiento.
- En la barra de búsqueda de Cortana escribimos “Configuración” sin las comillas y pulsamos intro.
- Al entrar debemos seleccionar la opción “Privacidad”, y en la parte de la izquierda nos desplazamos hasta la opción “Aplicaciones en Segundo Plano”.
- Nos aparecerá una lista con las aplicaciones que podremos desactivar para que dejen de funcionar en segundo plano.
El proceso es muy sencillo y podemos revertirlo en unos segundos, basta con volver a repetir esos pasos y activar las aplicaciones que queremos que vuelvan a estar en segundo plano.