El Gobierno ha puesto fin a las bolsas de plástico ligeras que todavía se entregan de forma gratuita en numerosos comercios, un envase muy dañino desde el punto de vista ambiental por su baja reutilización y porque se dispersan como basura fácilmente debido a su reducido peso.
Los consumidores tendrán que pagar a partir del próximo 1 de julio por cada bolsa de plástico que reciban, aunque sean las más pequeñas y ligeras, algo ya generalizado en España para las bolsas de plástico más grandes.
El Consejo de Ministros ha aprobado en ese sentido un Real Decreto, a propuesta del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que transpone al ordenamiento jurídico español la directiva comunitaria para reducir el impacto medioambiental de los envases y de sus residuos.
El decreto aprobado por el Gobierno establece algunas excepciones, entre ellas las bolsas de plástico «muy ligeras» (menos de 15 micras) por razones de higiene y destinadas generalmente en numerosos comercios a contener alimentos frescos o a granel, como la fruta, el pescado o la carne, que seguirán siendo gratuitas.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha subrayado hoy, tras la reunión del Consejo de Ministros, que España se va a situar así, junto con Francia e Italia, como uno de los países de Europa con una legislación «más ambiciosa» para reducir el uso y el residuo plástico.