En plena resaca tras las vulnerabilidades críticas Meltdown y Spectre el gigante de Santa Clara se ha visto de nuevo en terreno pantanoso, ya que grupos de expertos en ciberseguridad han confirmado el descubrimiento de ocho nuevas vulnerabilidades que afectan a los procesadores Intel.
Los detalles son todavía escasos porque se está dando tiempo a Intel para resolver dichas vulnerabilidades críticas y evitar que una divulgación más precisa pueda acabar facilitando su aprovechamiento, pero sabemos que algunas de ellas afectan también a procesadores ARM y que no se descarta que también sean extensibles a CPUs AMD, aunque de momento esto último no está confirmado.
Según las primeras informaciones estas vulnerabilidades presentan similitudes con Spectre y Meltdown, por lo que han sido denominadas como Spectre-NG, que significa «Spectre Next Generation» o «Spectre de Nueva Generación».
No tenemos claro qué procesadores están afectados ni cómo piensa Intel resolver este nuevo problema, pero lo más probable es que opte por recurrir al lanzamiento de parches que operen tanto a nivel de sistema operativo como de BIOS, algo que ya vimos con las dos vulnerabilidades de Spectre.
Para dar una solución el gigante del chip tendrá que trabajar codo con codo con Microsoft y también con los principales vendedores de placas base. La primera será la encargada de liberar la actualización que corregirá las vulnerabilidades a nivel de sistema operativo, y los segundos de ofrecer una nueva versión de la BIOS que utilizan sus placas para que la protección sea plena.
Quedan muchas preguntas en el aire y está por ver el impacto que esas correcciones podrían tener en el rendimiento de los procesadores afectados, pero desde luego Intel tiene mucho trabajo por delante con la arquitectura de sus próximos procesadores.
