En menos de cinco años Amazon ha pasado de ser el «amigo americano», «impulsor del comercio electrónico en España» a levantar todo tipo de suspicacias. Su «fiscalidad creativa» o las condiciones laborales de centro de trabajo como el de San Fernando (Madrid) han conseguido despertar las primeras protestas.
Y con este ruido de fondo, el Congreso de los Diputados ha acordado establecer un mayor control sobre las prácticas fiscales de ésta y otras multinacionales que representan una amenaza para el comercio minorista en España.
El texto, presentado por el Partido Popular y pactado con Ciudadanos y Foro Asturias, ha recibido también el respaldo de UPN y Coalición Canaria, y no ha encontrado ningún rechazo en la Cámara Baja. PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís y EH Bildu han optado por la abstención.
Concretamente, el Congreso pide «seguir impulsando medidas contra la elusión fiscal de las grandes multinacionales para acabar con la competencia fiscal desleal que sufren los comercios minoristas respecto a estas multinacionales del comercio electrónico, en el marco del debate de foros internacionales tanto de la UE como de la OCDE».
Además, demanda al Gobierno impulsar mecanismos de colaboración público-privada para apoyar el desarrollo del comercio minorista y fomentar su transformación digital, así como apoyar las campañas divulgativas que destaquen las ventajas del comercio minorista tradicional.
Con el fin de favorecer la transformación digital, la proposición no de ley aprobada incluye propuestas presentadas por Ciudadanos, y aceptadas por el PP, como trabajar en la mejora de infraestructuras, generalizar el uso de las redes avanzadas de comunicación (4G y banda ancha) o impulsar el comercio electrónico en las pymes.