Uber vuelve a operar en Barcelona. La fecha de hoy, martes 13 de marzo de 2018 supone el relanzamiento de la firma estadounidense en la Ciudad Condal. Hace casi cuatro años, un juez prohibió su anterior servicio en la capital catalana, UberPop. Ahora vuelve con un modelo totalmente distinto al de su primera andadura, mediante UberX, apostando por vehículos con licencia VTC.
La diferencia es notable. Con UberPop operaban particulares sin autorización administrativa. La contundente oposición del sector del taxi llevó su presencia en la segunda ciudad de España a los tribunales y duró apenas unos meses. Ahora parece que la plataforma de California se ha cubierto, al menos en teoría, las espaldas, ya que ofrece la misma alternativa que opera en Madrid desde 2o16, un servicio de vehículos de alquiler con conductores profesionales, mediante UberX. Con esta fórmula también opera en Barcelona, la competencia de Uber, Cabify.
Uber retoma el rumbo de una manera, de inicio, modesta. Se estima que lo hará con 120 coches y tarifas un 15% inferiores a la media, si bien la compañía no lo ha confirmado a nivel oficial. Obviamente, la intención de la empresa es crecer y ampliar considerablemente su flota con el paso del tiempo.
La tarifa mínima de Uber en Barcelona es de 5,50 euros, con una cuota de cancelación de esa misma cantidad. El precio por minuto es de 0,16 euros, y el precio por kilómetro de 1,42 euros.
Problemas con ayuntamiento y taxistas
Como era de esperar su vuelta a Barcelona no será tranquila. El gremio de los taxistas anuncia protestas al respecto y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) prepara un reglamento para limitar las licencias VTC, circunstancia que perjudica sobremanera a Uber.
Y es que parece inevitable que vuelvan a producirse momentos de tensión. El portavoz de la asociación Élite Taxi, Alberto, ‘Tito’, Álvarez amenazó la semana pasada: «Conductores de Uber y Cabify, bienvenidos al infierno«. Álvarez aseguró que «las calles de Barcelona son y serán un infierno» y que «los taxistas nos vamos a defender».
Mientras tanto, el consistorio barcelonés quiere aplicar un nuevo reglamento metropolitano en el que quiere crear una nueva autorización para operar. También se plantea que se cumpla el ratio de 1 conductor por cada 30 taxis fijado en la legislación estatal, e incluso intensificarla.
Gran demanda antes de empezar
Uber tiene una gran demanda antes de empezar, o mejor dicho, de volver a empezar. A lo largo de 2016, más de un millón de personas abrieron la aplicación en Barcelona. Sólo durante el pasado verano, hablamos de 2017, lo hicieron medio millón de personas. En los grandes acontecimientos, la cifra se dispara: 44.629 en la última edición del Primavera Sound y 48.595 en el reciente Mobile World Congress.
Para evitar que surjan nuevos problemas de carácter legal, Uber obligará a los conductores a que estén dados de alta como autónomos o constituirse como empresa si quieren ofrecer servicios a traves de la plataforma. Uber comprobará todas estás informaciones y se asegurará que su vehículo esté autorizado como VTC, su ficha técnica, el seguro que tengan en vigencia o los antecedentes penales que pudieran tener los conductores.
El director de Uber en España, Juan Galiardo, se muestra satisfecho por la vuelta de la firma californiana a la Ciudad Condal. «Barcelona es una ciudad muy especial para Uber y esta vez queremos hacer las cosas bien. Creemos que Uber puede formar parte de la solución al gran reto de movilidad de la ciudad y esperamos trabajar de la mano del Ayuntamiento, de la Generalitat y del sector del taxi para, entre todos, conseguir que cada día más barceloneses dejen su coche en casa”.
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