La polémica está servida. Una más en torno a los vehículos de alquiler con conductor (VTC) y en este caso el epicentro está en Barcelona. La alcaldesa de la Ciudad Condal y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Ada Colau, tiene listo el borrador de un reglamento para limitar la actividad de los coches con licencias de Uber y Cabify.
En diciembre, Ada Colau firmó un decreto junto al Instituto Metropolitano del Taxi, para regular los servicios VTC. El reglamento para llevar a cabo esta medida, que tiene su primer borrador, se someterá a votación el 27 de febrero y parece que se aprobará sin problema.
La principal novedad es la exigencia de una nueva licencia adicional para vehículos VTC si quieren operar en el Área Metropolitana de Barcelona. «Cada autorización de actividad tiene un único titular y está referida a un vehículo concreto, habiendo de constar la matrícula, el número de bastidor y el resto de datos que se consideren necesarios para su identificación«.
Con esta normativa se introducen otra serie de limitaciones como que la ausencia de actividad o cualquier otro incumplimiento del reglamento lleva consigo la anulación inmediata de la autorización. Según el borrador el objetivo de esta medida es buscar la sostenibilidad medioambiental y económica de esta nueva actividad. Este reglamento pretende cumplir el ratio 1/30, una licencia VTC por cada 30 taxis establecido anteriromente en el Reglamento de Ordenación de Transportes Terrestres (ROTT).
Pero el Ayuntamiento de Barcelona pone más palos en las ruedas de los coches VTC. El reglamento establece que todos los titulares deben «tener una póliza de seguro que cubra los riesgos determinados por la legislación vigente». Asimismo, los vehículos de más de cinco plazas tendrán que estar adaptados para las personas con movilidad reducida.
«Es una victoria para el sector del taxi, algo que veníamos reclamando desde hace mucho tiempo«, explica a Alberto ‘Tito’ Álvarez, representante de Élite Taxi, asociación mayoritaria en Barcelona.
Descontento en el sector VTC
Como es de esperar, muy distinta es la versión de la patronal de las empresas que operan con licencias VTC (Unauto) y la CNMC. Si bien aún no se ha pronunciado, todo apunta a que presentará un recurso judicial contra el texto impulsado por Colau.
Los dueños de la VTC ven en esta medida una normativa que pone en peligro el modelo de negocio y que impediría el desarrollo vital para su futuro. Hay cierta unanimidad en el sector en el hecho de que Ada Colau se arroga competencias que no le corresponden. Otorgar y regular este tipo de licencias corresponde a la administración regional. Es decir, a la Generalitat de Cataluña y no al ayuntamiento de Barcelona. Los máximos dirigentes de Uber y Cabify consideran que la normativa «está redacta por un zote«, según informa El Español.
También consideran los amos del VTC que esta medida atenta contra la Ley de Unidad de Mercado vulnerando la competencia. Sobre todo, por el hecho de implantar una licencia de VTC por cada 30 de taxi, algo que tendrá que estudiar el Supremo el próximo 17 de abril, tras la impugnación por parte de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), Uber, Cabify y la patronal Unauto.
Además, también ha levantado suspicacias el momento elegido para la firma del nuevo reglamento. El 27 de febrero se celebra en Barcelona el Mobile World Congress y algunas organizaciones de taxistas de Barcelona habían amenazado con reventar el evento. Por ello desde el sector del VTC se considera que esta medida es un guiño de Colau a los taxistas para evitar problemas en la ciudad. De hecho, la organizadora del evento, GSMA, había expresado que entre sus preocupaciones para seguir en la capital catalana, a parte del proceso separatista, también estaba el temor a un potencial colapso de la ciudad por el sector del taxi.
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