En 2018 nadie concibe una pyme sin estar en Internet. Según cifras publicadas por la consultora Watch & Act habrá un aumento de empleos de más de 70.000 puestos de trabajo hasta 2020 en el sector del marketing digital en toda la Unión Europea. De acuerdo con el Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), el marketing digital es el área con mayor demanda de nuevos trabajadores (38,9%), seguida del e-commerce (18,2%) y de comunicación y contenidos 12,9%..
Lo cierto es que la inversión en marketing en España va in crescendo. Según el estudio AMES de la Asociación de Marketing de España (MkT), las empresas nacionales invirtieron 30.569 millones de euros en este sector en 2016, cifra superada en un 3% en 2017. No obstante, aún hay algunas pymes que todavía son reacias a abrirse a nuevos protocolos en la comunicación. «En España, las grandes compañías lo tienen claro. No obstante, las pymes tendrán que subirse al carro digital sí o sí», explica Mónica Miño, directora de Comunicación Activa, empresa dedicada desde hace más de una década a impulsar a cualquier marca, emprendedor o empresa en el sector de la comunicación, marketing y redes sociales.
Lo cierto es que la presencia en internet supone un gran ahorro y una eficiencia en la gestión de las peticiones de los usuarios. El principal beneficio del marketing digital es que puede ayudar a las pymes a vender más. Por ello, no se entiende que haya empresas que sigan empleando canales anticuados cuando el target ha cambiado considerablemente en la última década.
Un informe sobre transformación digital publicado por la organización eAPyme revela que los empresarios de las pymes comprenden los beneficios que las TIC aportan a sus negocios, pero se sienten saturados a la hora de implantarlas e integrarlas en sus sistemas de trabajo.
«Generalmente, las pymes necesitan proveedores de servicios más personalizados, con una atención más detallada o específica. Suelen tener poca fuerza tractora o capital humano multitarea realizando diversas funciones, con lo cual, el asesoramiento externo se convierte en parte de la empresa en una etapa de su crecimiento. Suele ser una formación adaptada a los perfiles de las pymes, pero también al de los emprendedores y autónomos. Cada vez hay más profesionales con necesidades de capacitación de transición», apunta Miño.
La automoción encabeza el ranking de inversión total en marketing destinando un 21,1% de su partida a la estrategia de comunicación on-line, que representa un 14,5% más respecto a 2015. En segundo lugar el sector de las telecomunicaciones, incrementó, según los últimos datos del AMES, en un 12,1% su partida para marketing digital, seguido de turismo con un 11,4% y entretenimiento con un 9,7% de su presupuesto.
«Las empresas deben aceptar la conversación corporativa. Para ello deben tener claro el ciclo de comunicación de tres pasos: noticia, comunicación y redes sociales. Primero, debes tener un producto o servicio con algo noticioso que vender o comunicar; en segundo lugar, comunicarlo a través de una página web adaptada a multidispositivos, accesible y con total usabilidad, con notas de prensa y comunicación empresarial, con publicidad off y on-line; para culminar están las redes sociales», explica Miño. «El mundo del papel, de las ondas hertzianas y de televisión analógica murió o al menos está agonizando», explica Mónica Miño
Las empresas están apostando por profesionales multifunción, con una preparación mixta entre marketing y conocimientos específicos, ya sean finanzas, banca, turismo o lo que fuere. Los sectores que más crecimiento han experimentado han sido los de analítica y big data así como el desarrollo sobre móvil.
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