Según los datos que refleja la última Encuesta de Población Activa (EPA), los autónomos españoles dedican a trabajar hasta 10 horas más al mes que un trabajador por cuenta ajena y un 25% de ellos alcanza las 50 horas semanales. Sin lugar a dudas, retos como la conciliación familiar suponen todo un reto para la figura del autónomo, protagonista clave en la generación de empleo en nuestro país.
Aunque conviene tomar las estadísticas con cautela (muchas empresas tienen trabajadores a tiempo parcial, que hacen bajar la media semanal respecto al autónomo), lo cierto es que los números podrían estar por debajo de la realidad; más allá de las horas efectivas (y declaradas), el profesional también tiene que dedicar tiempo a desplazamientos, gestión de su propio negocio o atención de urgencias fuera de la jornada, tareas que en ocasiones no se repercute.
La realidad dice que muy pocos autónomos se pueden permitir un mes completo de vacaciones y que muchos trabajan estando enfermos para mantener su nivel de ingresos, engordando un número de horas que, en general, es superior al de un trabajador por cuenta ajena que desarrolle una actividad similar.
Llegados a este punto, es importante contemplar la variable de la flexibilidad, la auténtica clave por la que muchos autónomos deciden dar el paso; puede que trabajen más horas, pero en muchos casos pueden decidir cuáles. En cualquier caso, parece necesaria una actualización de marco legislativo que mitigue el desequilibrio que muestran las estadísticas.
Más información | EPA Cuarto Trimestre 2017