El control del horario laboral es uno de esos temas que nunca deja de estar en el centro de muchas discusiones. Entre otras cosas porque al debate sobre cómo implementar algo así sin minar la confianza de la organización, se le añade una legislación y unas directrices que han venido a arrojar quizás más caos que luces.
Esto es justo lo que ha pasado en los últimos dos años cuando la Audiencia Nacional ha decidido revisar el Real Decreto Ley 16/2013, del 20 de Diciembre de 2013, que afecta al Estatuto de los Trabajadores. A finales del 2016, un fallo de la propia Audiencia dictó que las empresas debían llevar, de forma obligatoria, un control estricto de todas las horas trabajadas por sus empleados. Sin embargo, en abril del 2017 en un fallo posterior, el Tribunal Supremo anuló esta obligatoriedad.
En la nueva sentencia, el Tribunal Supremo explica que lo obligatorio es controlar las horas extraordinarias y las trabajadas por empleados a tiempo parcial. El problema es que en el artículo no se estipula la forma en que se deben contabilizar las horas extra, dejando la decisión en manos de cada empresa.
Habría que puntualizar sin embargo que en el artículo 35.5 del Estatuto de los Trabajadores del año 2013 ya se establecía una obligación de contabilizar las horas extraordinarias, así como también las trabajadas por empleados a tiempo parcial. El propósito de esta norma era garantizar los derechos de los trabajadores (controlando que no trabajaran más horas que las estipuladas en sus contratos) y evitar el fraude a la Seguridad Social por parte de algunas empresas.
Los continuos cambios de la normativa han traído confusión tanto a las empresas, como a los empleados. Para despejar dudas, en este artículo pretendemos aclarar a qué están obligadas las empresas y al mismo tiempo, definir la importancia de tener un control horario.
Control Horario: ¿es obligatorio o no?
Según la sentencia 246/2017 de la Sala Social del Tribunal Supremo, las empresas no están obligadas a llevar un control horario de toda su plantilla, pero sí el registro de las horas extraordinarias y las realizadas en jornadas a tiempo parcial. Y como es lógico, la forma de contabilizar las horas trabajadas y las horas extraordinarias abre un interrogante tanto a empleados, como a empresarios: si no se controla cuántas horas regulares trabaja un empleado, ¿cómo se puede saber cuando empiezan esas horas a ser extraordinarias?
En otras palabras, nuestros legisladores y jueces han decidido que el control horario no es obligatorio pero hay que hacerlo: para documentar las horas extraordinarias, que cotizan a la seguridad social, y el horario completado por los trabajadores a tiempo parcial. Sin embargo, no han establecido una manera homologada de llevar un registro horario que se pueda aplicar en todas las empresas. Se entiende, eso sí, que el acuerdo de horas de trabajo debe estar claro en el contrato de cada empleado.
Entonces, ¿Deben las empresas ejercer un control horario?
Si nos planteamos el control horario desde un punto distinto a la obligatoriedad o al miedo a ser sancionados, nosotros estamos convencidos de que, para la gran mayoría de empresas, resulta rentable implantar un sistema de control horario.
El problema es limitar el concepto de control horario a un fichaje. La gestión del tiempo debe ir más allá de marcar la hora en la que un empleado entra y sale del trabajo. De hecho debe entenderse como algo positivo para todos, sin diferencias de jerarquías y como herramienta importante para la conciliación. Gracias a la tecnología disponemos de diversos sistemas y herramientas optimizados para calcular las horas trabajadas y la productividad de cada activo y de cada equipo de trabajo, entre muchos otros datos útiles.
Bien implementado y adaptado a las características particulares de una empresa, registrar el horario del trabajador y los proyectos en los que trabaja puede resultar muy beneficioso para el cumplimiento y productividad de los empleados. Veamos algunos ejemplos:
Beneficios del control horario para la empresa
- Conocer claramente en qué tareas y en qué clientes se invierte el tiempo (y el presupuesto).
- Mejorar la gestión del tiempo.
- Medir la productividad del empleado al conocer cuánto le lleva completar una tarea.
- Ayudar a recopilar información necesaria en caso de inspección o necesidad de aportación de pruebas (por lo que podría ser una opción también para marcar horas extras).
Beneficios del control horario para el empleado
- Proveer información demostrable a la hora de pedir un aumento o probar la necesidad de contratar a alguien más en su equipo.
- Poder demostrar a qué ha dedicado su tiempo.
- Aumentar la proactividad a la hora de completar tareas.
- Mejorar la organización y gestión del tiempo
- Tener un control horario para inteligencia de negocio, con múltiples datos para tomar el pulso a posibilidades de crecimiento.
Lo cierto es que desde un punto de vista empresarial, el control horario de los empleados es una herramienta fundamental no sólo para gestionar la productividad de un negocio y para evitar posibles conflictos laborales derivados de las condiciones de trabajo de los empleados, sino también para planificar los diferentes proyectos en que se está trabajando en un momento dado y para confeccionar presupuestos realistas, entre muchas otras cosas.
Por lo tanto, resulta recomendable establecer un procedimiento y utilizar herramientas que afiancen la información de la empresa y el empleado. Cómo llevar a cabo este control es algo que dependerá del volumen y la complejidad de cada empresa, así como del sector al que se dedica. Algunas empresas necesitarán un control estricto de los tiempos, mientras que para otras será preferible dar una mayor libertad horaria a sus empleados.
En cualquiera de los casos, el tema de los horarios laborales seguirá siendo tema de discusión en nuestro país eternamente… pero está en manos de cada empresa que deje de serlo entre sus empleados. ¿Qué opinas? ¿Qué medidas de gestión y control horario se han adoptado en tu empresa?
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