Volver a trabajar puede ser muy duro para muchos españoles. Tanto que según un estudio desarrollado por Interface, hasta el 60% de los trabajadores de nuestro país declaran que su nivel de satisfacción en la oficina es bajo. Es más, la mitad de los españoles afirma empezar la jornada laboral con estrés y/o agotamiento, y esta cifra aumenta hasta el 70% al finalizar la jornada laboral.
Entre los principales motivos destacan: la duración de la jornada laboral, ya que el informe revela que solo 4 de cada 10 españoles trabaja las 8 horas diarias estipuladas por ley, siendo la jornada del 71% de los encuestados de entre 8 y 10 horas; y el estrés, que afecta al 60% de los empleados.
En relación a la duración de la jornada laboral, los últimos datos sobre la jornada media de los españoles se sitúan en las 1.701 horas al año, muy por encima de otros países europeos como Alemania, Holanda, Noruega, Dinamarca, Francia o Reino Unido. Y a pesar de que los españoles pasan mucho tiempo en la oficina, las jornadas maratonianas no se traducen en mayores niveles de productividad según datos de Eurostat, que indica que la productividad en España se sitúa en los 107,1 puntos, muy alejada de los 132,5 puntos registrados en Bélgica o los 124,8 en Alemania.
Las largas jornadas de trabajo tienen, además, un fuerte impacto en la salud y el bienestar de los empleados, a la vez que dificultan la conciliación de la vida laboral y personal según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio de Interface también señala que la mayoría de los españoles no están conformes con esta situación, con el 65% de los encuestados que afirma pasar demasiadas horas en la oficina y apunta el exceso de trabajo como principal motivo. Los principales causantes de los episodios de estrés que afectan al 60% de los trabajadores españoles son, por este orden, la sobrecarga de trabajo (46%), unas condiciones laborales insatisfactorias (27%) y las largas jornadas en espacios de trabajo mal diseñados (27%).
El informe también evidencia que en España las pausas activas no son habituales, a pesar de ser necesarias para una buena salud ocupacional y para reducir los niveles de estrés, puesto que ofrecen amplios beneficios fisiológicos, psicológicos, sociales y organizacionales, tal y como indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Tan solo un 15% de los encuestados afirma realizar pausas activas a lo largo del día, mientras que la gran mayoría de los españoles (73%) reduce sus pausas a la hora del desayuno y de la comida, con una duración total que no supera la hora. Además, los trabajadores españoles afirman sentirse estresados, cansados y con ansiedad cuando salen de la oficina.