Todos quieren ser como Slack, pero Slack solo hay uno. La aplicación de mensajería y comunicación corporativa celebra estos días una facturación récord de 200 millones de euros al año y una base de usuarios activos que supera los seis millones a diario.
Estrena además una de las funciones más solicitadas por sus usuarios: la comunicación directa entre varias empresas. A través de los nuevos canales compartidos, Slack deja de ser una herramienta limitada al uso interno de cada organización y expande la colaboración entre equipos de trabajo a nuevas fronteras.
Si la idea cala en el mundo empresarial, estaríamos esta vez sí, ante el principio del fin del correo electrónico corporativo, reduciéndose enormemente el «ruido» que generan las interminables cadenas de e-mails con decenas de destinatarios «en copia».
Los nuevos canales compartidos funcionan básicamente de la misma forma que los anteriores: pueden ser públicos o privados, sus miembros pueden publicar mensajes, subir archivos, realizar llamadas de voz o videoconferencias, enviar mensajes a un miembro en concreto, etc. Para identificar a los miembros de cada canal, junto al avatar de cada perfil, se incluirá el logo de la empresa a la que pertenece.
También se mantienen la mayoría de las integraciones de aplicaciones de terceros, como pueden ser Dropbox, Google Drive, Zoom, etc. de modo que un canal compartido pueda ser tan productivo como uno privado.
La nueva función se encuentra de momento en fase beta abierta a todas las empresas, de modo que cualquier organización puede desde ya empezar a trabajar con la nueva característica si así lo desea.