Las entidades financieras españolas han pasado el Rubicón de la crisis. Uno de los indicadores que mejor evidencia el cambio de coyuntura es el de las provisiones que tienen que realizar por la pérdida de valor de los activos en cartera. En los últimos cinco años, las entidades financieras han reducido a la mitad el esfuerzo de saneamiento en el frente inmobiliario.
Los últimos datos del Banco de España indican que las entidades de crédito y las financieras habían reducido sus provisiones en nada menos que 4.486 millones de euros en el mes de junio, hasta situar el conjunto de saneamientos globales de la industria en los 60.861 millones de euros.
El mayor esfuerzo de provisiones se produjo en el año 2012, cuando las entidades habían depositado nada menos que 123.628 millones de euros en saneamientos por deterioro de activos. Esta cifra equivale a la octava parte del producto interior bruto (PIB) de España.
El derrumbe en el valor de los activos inmobiliarios, la morosidad, los procesos de adjudicación de inmuebles por impago han sido los principales motivos del imponente esfuerzo que ha tenido que realizar la industria en saneamientos.
Una parte del descenso en provisiones se ha producido como consecuencia de la mejora en la situación de las entidades financieras. En el peor ejercicio, el de 2012, la situación obligó incluso a un rescate bancario por parte de la Unión Europea.
El último empujón en la reducción de dotaciones se ha producido tras un cambio contable realizado por el Banco de España, que justificaría la liberación de 10.000 millones de euros de estos saneamientos, con lo que la reducción de provisiones de los últimos cinco años se eleva a casi 63.000 millones de euros.
La mejora en la situación bancaria es muy importante de cara a las condiciones de financiación de la economía real, las empresas y familias, que resulta de vital importancia para consolidar el crecimiento de la actividad del país después de la larga crisis económica.