Los insignificantes tipos de interés que ha forzado el Banco Central Europeo para luchar contra la delicada situación de las economías europeas han tenido una consecuencia inmediata en la inversión de las empresas españolas. Durante el primer semestre del año, las compañías han reducido a plomo sus imposiciones a plazo fijo en las entidades financieras. La caída ha sido nada menos que del 28,3%.
En el mismo periodo, en cambio, el saldo en depósitos a la vista de las empresas ha registrado un crecimiento bestial de 199.025 millones de euros, hasta situarse en la zona de los 1,07 billones de euros.
Durante el primer semestre del año, los depósitos a plazo de las empresas han caído en 20.705 millones de euros. Desde el nivel de los 73.190 millones de euros hasta los 52.485 millones de los seis primeros meses de 2016.
Los bajos tipos de interés ofertados para los diferentes productos son el detonante de la caída de los depósitos de empresas en los bancos. El interés de las cuentas a la vista ha caído del 0,24% hasta el 0,11%. El tipo medio de los depósitos a plazo se ha reducido sólo cinco centésimas, desde el 0,75% hasta el 0,70% actual.
Desde marzo del año pasado, el Banco Central Europeo situó el precio oficial del dinero en el 0% y obligaba a pagar a los bancos 0,40 puntos por prestarle al BCE el dinero que les podía sobrar de su tesorería. Esta caída significativa en la remuneración del dinero se ha trasladado a todos los productos, tanto de crédito con en los depósitos y cuentas a la vista.