Se veía venir. El ministerio de Empleo ha decidido poner punto y final a la actividad de Factoo, la supuesta cooperativa de facturación que llegó a contar con más de 16.000 socios que facturaban a través de la plataforma, sin darse de alta como autónomos.
Como hace unas semanas os contábamos en «Cooperativas de facturación: ¿Te conviene apostar por una?» y «El fraude también emprende: cinco startups españolas que han dado la nota», la inspección de Trabajo inicia una investigar la empresa en noviembre de 2016, determinando que Factoo actúa al margen de la Ley de Cooperativas y que en realidad es un instrumento que ha permitido a sus miles de asociados esquivar sus obligaciones como lo que considera que son en realidad, trabajadores por cuenta propia, es decir, autónomos, que prestan sus servicios profesionales a terceros.
Como consecuencia, la Tesorería General de la Seguridad Social llevaba meses remitiendo a muchos de estos socios un documento en el que les reclama las cuotas atrasadas del régimen de autónomos y un recargo del 20% en concepto de demora por no haberse dado de alta en el momento en que se produjeron los trabajos.
Una vez concluidas todas las diligencias, el ministerio ha resuelto «descalificar a Fidelis Factu, S. Coop. por infracción, a la vista del informe emitido por Unidad Especializada en el Área de Seguridad Social de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Valencia», lo que equivale a la disolución de una empresa que hasta ahora en su web aseguraba que por pago inicial 30 euros y una comisión por cada trabajo facturado, gestionaba la Seguridad Social, los pagos trimestrales y los seguros laborales de sus asociados.
Para los socios-trabajadores de la empresa, el anuncio del ministerio pone fin a meses de inseguridad jurídica a la vez que les abre la puerta a presentarse como damnificados e incluso estafados por la empresa, que en todo momento aseguraba que trabajaba de acuerdo al marco legal.