Conducir un vehículo VTC (Cabify, Uber, etc.) empieza a convertirse en una profesión de alto riesgo. Tras los hechos registrados durante la última feria de Málaga, los taxistas traspasaron claramente la línea que separa su derecho a la huelga, de la violencia directa, injustificada e injustificable, hacia conductores de vehículos VTC y sus representantes.
El último en sufrir las consecuencias de este «conflicto laboral» fue Eduardo Martín, presidente de Unauto VTC, la asociación mayoritaria en el sector de vehículos de turismo con conductor.
Esta asociación ha informado en un comunicado de que Martín iba a grabar unas declaraciones para la televisión sobre el conflicto por la huelga del taxi en la ciudad, después de haber atendido una reunión convocada de forma urgente por el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno.
Ya en el aeropuerto, y al salir de un vehículo VTC, «un grupo de taxistas se abalanzó sobre él y, después de amenazar al equipo de televisión, le propinaron puñetazos y patadas». Martín tuvo que acudir al servicio de urgencias hospitalarias tras la agresión y un grupo de taxistas le persiguió hasta el mismo hospital, según Unauto, que dispone de un vídeo de los hechos.
«Siempre hemos defendido que los incidentes violentos eran obra de un grupo minoritario del sector del taxi, pero, tras ver la extensión de los ataques y las agresiones por toda España, lamentamos decir que ya no es así», explicó poco después el presidente de Unauto VTC.
También afirmó que la situación «es totalmente insostenible» y que espera «que sea el propio taxi el que se encargue de expulsar del sector a su facción más radical, que lamentablemente está ganando cada vez más adeptos».
La agresión a Martín se suma a otras que han sufrido otros conductores de Cabify durante la feria de Málaga. El pasado lunes la empresa denunciaba agresiones a a tres de sus conductores, además del destrozo de quince de los coches (pinchazos de ruedas, rotura de lunas y espejos o rayado en los coches) que se habían trasladado a la ciudad para reforzar la plantilla y dar servicio al incremento de la demanda con motivo de las fiestas.
La mayoría de los conductores de los vehículos VTC fueron increpados durante su estancia en la capital andaluza, muchos sufrieron persecuciones por las calles de la ciudad, además del lanzamiento de huevos. Pese a este clima hostil, el CEO de Cabify, Mariano Silveyra ha asegurado que la empresa no piensa retirarse de la ciudad y ha exigido contundencia a la Administración tras los ataques a sus vehículos y conductores.