El concepto de emprendedor no sería el mismo sin la figura de un puñado de valientes que en los años ochenta llevaron sus ideas hasta lo más alto en las preferencias del público. Uno ellos es Pepe Barroso, el hombre que creó el imperio Don Algodón. Incluso hoy, doce años después de que vendiera la empresa, el nombre de esta marca va niquelado al de Barroso para toda una generación de consumidores.
Tenía dieciséis años cuando se le pasó por la cabeza pintar camisetas y vendérselas a sus compañeros del Colegio de El Pilar de la calle Castelló de Madrid. Fue tal la acogida de la idea, que decidió montar una tienda en la calle Claudio Coello, a los 18 años.
Envidiado por ser guapo y venir de una familia bien, admirado por su capacidad de lucha para sacar adelante una idea, llega a un acuerdo con las tiendas Musgo (que la última crisis se llevó por delante) para vender sus camisetas serigrafiadas.
Su éxito alcanza tal envergadura que se pone al frente del movimiento emprendedor español. Funda y se erige en primer presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, en una época que España vivía una profunda transformación. Una asociación al margen de patronales como la CEOE “que no nos han apoyado”. Una organización no reivindicativa y carente de cualquier tinte político.
Mil millones en sólo seis años
Para entonces, en sólo seis años, su enseña contaba ya con 80 tiendas en toda España y facturaba 1.000 millones de las antiguas pesetas (seis millones de euros). Barroso era se había convertido en uno de los mitods de la marca España.
Era la época de la denominada Movida Madrileña. La de los cambios políticos y económicos. La de la entrada de España en la OTAN y el ingreso en la Comunidad Económica Europea. Un periodo irrepetible en la historia del país en el que Barroso engrandeció paso a paso su imperio textil y cosmético.
Vestía siempre de un modo impecable, porque aseguraba que sólo así conseguía un mayor respecto entre sus interlocutores. Había renunciado a sus estudios de Icade con gran cabreo por parte de su familia, pero no al club de fútbol de toda su vida, el Atlético de Madrid. Colchonero hasta la médula.
Don Algodón español viaja a Alicante
Antes de que Don Algodón alcanzara los treinta años de edad, vendió la empresa a la multinacional estadounidense BCBG Max Azria en el año 2006, a excepción de los negocios de perfumería y cosmética. Su espíritu empresarial aventurero le ligó, desde entonces, a una serie de iniciativas, entre las que se encuentran la productora discográfica Pep’s Records o la tienda multimarca de venta por internet Ekseption.
En los últimos días, el nombre de Don Algodón ha vuelto a sonar en los ambientes de la distribución. Tras la reconquista que supuso el año pasado que la empresa española Secretos Textil la adquiriera. Ahora se sabe que el nuevo Don Algodón, ya español, abrirá sus puertas en Alicante, frente a El Corte Inglés.
¿Quién no lleva ahora una camiseta original estampada con motivos reivindicativos, musicales o simplemente de sus equipos deportivos preferidos? Pepe Barroso inició esta tendencia hace cuarenta años. Y la de los jerséis con cenefas o los lazos de lana que compraban las chicas para hacer complementos de moda…
Cuando se oye hablar de que Don Algodón vuelve a ser español, cuando se echa un vistazo al catálogo de productos, muchos consumidores no olvidan aquella historia de éxito protagonizada por Pepe Barroso en una época muy singular de la historia política, económica y social de España.