La eficiencia energética es uno de los aspectos que más está preocupando a los españoles en los últimos años. Esto se refleja en el volumen de negocio que están manejando las empresas que se dedican a la prestación de servicios que tienen como objetivo optimizar el uso energético en edificios e instalaciones. El reciente informe de DBK en relación a este sector no deja lugar a dudas: en diez años la facturación de estas compañías se ha multiplicado por tres.
En 2016 se cerró con una facturación de 1.020 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,5% en relación al ejercicio anterior. En 2015 la subida fue aún más acusada, con un 6,8% más de facturación. La ralentización que se ha producido en el último año se debe, según DBK, a que las inversiones realizadas por las administraciones y las empresas se han estabilizado tras semestres de intensos crecimientos.
Los edificios residenciales, de organismos públicos y los complejos de oficinas generaron hasta el 47% del total en 2016. Las viviendas supusieron un 25% y el resto –oficinas y administraciones y organismos, el 22% que queda. Quedaron por detrás proyectos para el ámbito hospitalario y para el alumbrado público, que supusieron el 13% del valor del mercado.
La situación actual sitúa a los clientes de carácter privado como los que generan la mayor parte de los ingresos del sector. Representaron en 2016 el 65% del valor total del mercado. El 35% restante correspondió a la prestación e servicios para el sector público.
De cara al futuro, el bienio 2017-2018 apunta a una reactivación de la demanda. Esto es debido a que vuelven a darse una serie de incentivos por parte de las administraciones públicas. Además, hay que tener en cuenta la mejora general de la economía, que permite que se destinen mayores inversiones a estos apartados.
En mayo de 2017 se contabilizaban hasta 749 enseñas inscritas en la Lista de Proveedores de Servicios Energéticos del Instituto para la Diversidad y Ahorro de la Energía (IDAE). Predominan las pymes y se estima que alrededor del 70% facturan menos de dos millones de euros.
