Airbnb, HomeAway, o Wimdu son algunas de las plataformas que más han crecido en los últimos tiempos . Y con razón: en los últimos dos años tanto la oferta como la demanda de alquiler de pisos turísticos se ha disparado. Tanto que en algunas ciudades como Palma de Mallorca, Madrid o Barcelona, encontrar un piso de alquiler residencial a un precio razonable se ha convertido en una misión casi imposible. ¿Por qué? Según los propietarios de los pisos, porque sobre le papel el dinero que obtienen a cambio del alquiler de su piso es muy superior.
¿Pero esto es realmente así? ¿Se gana mucho más dinero en Airbnb que alquilando un piso «de forma tradicional»? Según la empresa «Alquiler Seguro», esto solo se cumple cuando la ocupación del piso turístico es muy alta, es decir: como mínimo se alquila todos los fines de semana.
En un estudio en el que la empresa analiza la situación de Madrid, Alquiler Seguro indica que se necesita una ocupación media de unas 15-18 noches al mes para poder igualar la rentabilidad del alquiler residencial, mientras que en Barcelona los inmuebles tienen que estar habitados entre 12 y 15 noches para igualar la rentabilidad de los pisos alquilados de forma tradicional.
De hecho, hay zonas en la capital de España y en la ciudad condal donde el alquiler turístico no alcanza una ocupación mínima rentable. El consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, ha señalado que «a priori el alquiler turístico puede parecer una modalidad muy rentable», aunque «la realidad es otra muy diferente».
«Para conseguir que una vivienda turística destinada al alquiler turístico sea más rentable que los arrendamientos tradicionales, se requiere tenerla ocupada un mínimo de noches y, aunque parezca sencillo, no lo es», ha añadido.
La ocupación depende de la época del año y de la zona en la que esté el inmueble. Por ello, Carroza ha apuntado que la ocupación puede ser «muy variable» y puede «oscilar mucho». Esta situación, según Carroza, elimina la creencia provocada por la burbuja informativa sobre el alquiler turístico, que ha provocado que algunos propietarios se interesen por «rentabilidades ficticias» que nunca se llegan a concretar.
En esta línea, el consejero delegado de la plataforma ha afirmado que en las zonas con mayor presión turística este interés por las «rentabilidades ficticias» ha provocado «ligeros aumentos de las rentas en el alquiler residencial, por encima de los incrementos naturales», mientras que en las zonas en las que no existe esta presión, existen desajustes entre la oferta y la demanda.