La digitalización va a suponer –ya lo estamos viendo– una revolución absoluta. Las reglas del juego han cambiado en muchos sentidos y eso está teniendo su repercusión en la economía de todo el mundo. Capgemini ha puesto cifras al volumen de negocio que puede suponer este proceso de aquí a 2022 y el dato es escandaloso: 444.754 millones de euros, 500.000 millones de dólares.
La consultora, en el estudio ‘Smart Factories’, apunta que la productividad de las fábricas inteligentes podría crecer hasta un 27% en los próximos cinco años gracias a la renovación de las instalaciones y de la maquinaria, más avanzadas y tecno que nunca. Destacan que a finales de 2022 la mayoría de las compañías tendrán sus plantas digitalizadas y eso se está viendo ya. Capgemini recoge cómo el 56% de las empresas consultadas para este informe han invertido 100 millones de dólares en los últimos cinco años para desarrollar factorías smart y un 20% ha realizado inversiones de al menos 500 millones de dólares.
Aún queda mucho camino por recorrer, de eso no hay duda. Y es que apenas un 6% de las enseñas estudiadas ha alcanzado un nivel avanzado de digitalización de su producción y un 14% está satisfecho por el éxito que han logrado con ello. Lo dicho, mucho camino por andar y muchos cambios que hacer. Este paso hacia la factoría inteligente permite reducir los costes laborales directos. Las organizaciones apuntan a que estos pueden descender un 25%.
Para llevar a cabo ‘Smart Factories’, Capgemini ha entrevistado a más de 1.000 ejecutivos de empresas vinculadas a la producción con ingresos de más de 1.000 millones de dólares. Se ha contado con sociedades de muy variados sectores: automoción y transporte, energía, aeroespacial y defensa, ciencias de la salud y biotecnología y consumo. Las empresas proceden de lugares como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia, Italia, India y China.