Las pequeñas y medianas empresas (pymes) se han convertido en el objeto de deseo para los bancos españoles. Constituyen el segmento de mercado más rentable para las entidades financieras españoles junto al crédito al consumo. La banca española pasa por una situación delicada de ingresos muy reducidos por la situación de los tipos de interés en mínimos históricos y un entorno cada vez más exigente en capital propio, con el objetivo de evitar situaciones de crisis como la que se vivió tras la quiebra del banco Lehman Brothers, que condujo a la úlima crisis mundial. En el primer trimestre del año, los bancos españoles incrementaron la financiación a las pymes en un 9,56%, mientras reducían el grifo del dinero a grandes empresas en un 4,41%.
El principal hándicap al que se enfrenta la banca española en este momento es que su rentabilidad ha caído a plomo. Cuesta levantar un euro en un entorno de tipos mínimos y, en muchos casos, incluso negativos. Y, además, siguen manteniendo una elevada cartera de activos improductivos, tanto por inmuebles adjudicados como créditos morosos. En esta situación, las entidades financieras buscan a toda costa negocio que deje elevados ingresos.
Las pymes constituyen en este momento el maná para los bancos españoles. Suponen una actividad rentable para una economía que emerge de la crisis, al tiempo que permiten la posibilidad de una relación global del cliente que trasciende la propia actividad de tomar y prestar dinero.
Los bancos constityen un gran apoyo en la internacinalización del negocio
Y que representa una múltiple vía de beneficios para las entidades. El negocio de pymes permite trabajar segmentos como el crédito hipotecario, el de consumo, los depósitos de excedentes de tesorería, el leasing en la compra de bienes, el factoring en la tramitación de papeleo.
Y este maridaje entre pymes y bancos va mucho más allá. El gran reto de las empresas españolas en este momento es la internacionalización de su negocio. Los grandes bancos españoles no sólo pueden aportar financiación para proyectos de desarrollo. También cuentan con una excelente red de sucursales en el extranjero que permiten acompañar a las empresas en la búsqueda de mercados exteriores para sus productos, por el conocimiento de las condiciones legales en estas áreas y el monitoreo constante en cuanto a socios, potenciales clientes o proveedores.
La banca muestra su preferencia por las pequeñas empresas
Las últimas cifras difundidas por el Banco de España demuestran que las pymes se han convertido en ese claro objeto de deseo para los bancos españoles. En los tres primeros meses de este año, las entidades financieras han concedido préstamos por 43.526 millones de euros a las pymes. La financiación por la vía directa se ha incrementado en un 9,56% y se ha incrementado en nada menos que 3.798 millones de euros. Las entidades las prefieren pymes, como lo demuestra que los préstamos a grandes empresas se han reducido un 4,41% en el primer trimestre, hasta los 38.649 millones, lo que supone una reducción de 1.785 millones.
La banca muestra una clara preferencia por las empresas pequeñas, con unos préstamos de 34.114 millones de euros en el primer trimestre, el 9,13% más y un incremento de la financiación en 2.856. Se trata de operaciones hasta 250.000 euros.
La financiación a medianas empresas aumentó el 11,12% hasta los 9.412 millones, con un incremento de 942 millones de euros. Estos son los créditos por importe entre 250.000 euros y el millón.
