Cada vez son más las marcas que apuestan por el fenómeno Chromebook, aunque sea de forma intermitente, como en el caso de Dell. Su último modelo, el Dell Chromebook 13 3380 ha pasado los últimos días por nuestro banco de pruebas. ¿Qué nos encontramos? En primer lugar con la apuesta más seria que ha hecho Dell por el sistema operativo de Google: un portátil bien construido, muy cómodo de utilizar y que encaja a la perfección tan en el segmento educativo como en el empresarial. En segundo lugar, un equipo tal vez poco ambicioso en términos de diseño y que retoma los valores clásicos de la marca como son la seriedad y sobriedad.
Por decirlo de alguna forma, este Chromebook se acerca mucho más a la familia «Latitude» que a los mucho más mediáticos «XPS», pero esto como veremos a continuación, no es necesariamente malo.
Un equipo que vuela
Veamos lo que encontramos en su interior. En primer lugar, lejos de los procesadores Atom que suelen montar la mayoría de los fabricantes cuando se dirigen al segmento Chromebook, aquí nos encontramos a todo un Intel Core i3. Y se nota. Por más que le hemos exigido, el equipo ha cumplido de forma sobresaliente. Ni siquiera al trabajar con más de 15 pestañas y aplicaciones en segundo plano hemos conseguido los temidos «cuelgues» que sí vemos en Chromebooks menos ambiciosos.
Por supuesto no todo es mérito del procesador. El equipo monta 4 GB de memoria RAM, 32 GB de almacenamiento interno SSD y una gráfica integrada Intel HD. En resumen: el equipo vuela. En cuanto a su pantalla, nos encontramos con una diagonal de 13.3″ Full HD (1920×1080). Correcta para los tiempos que corren pero no como para tirar cohetes. Se agradece la apuesta por Corning Gorilla Glass que le da un extra de durabilidad, pero a cambio introduce una capa anti reflejante que apaga un tanto los colores, mostrándolos algo opacos.
Responde en cambio bien como pantalla táctil, si bien la característica se desaprovecha algo si tenemos en cuenta que el grado máximo de inclinación es de 180º (no podemos utilizar el famoso modo atril) y que en este modelo concreto, no podremos instalar la tienda de aplicaciones Google Play (al menos no en el canal estable). Además, teniendo en cuenta el buen hacer de Dell en otros equipos, nos hubiera gustado unos marcos menos gruesos rodeando la pantalla, pero teniendo en cuenta el precio (unos 400 euros) y al segmento al que se dirige, sería injusto no pasarlo por alto.
El placer de escribir
Uno de los grandes defectos que hemos encontrado en la mayoría de los Chromebooks que hemos probado, es el poco cuidado que ponen los fabricantes en ofrecer un teclado no ya cómodo, sino simplemente usable. No es el caso de este Dell.
El teclado es uno de los más cómodos que hemos probado no sólo en un Chromebook, sino en cualquier otro portátil. El 3380 opta por ese diseño casi plano con los que los fabricantes quieren ganar espacio y no siempre son especialmente ergonómicos. Pero en este caso, las teclas tienen un recorrido profundo y un retorno muy rápido, lo que facilita la velocidad de escritura. Para ser perfecto, nos hubiese gustado que estuviera retroiluminado pero una vez más, el precio contenido de este equipo es el que manda. Dell también hace un trabajo bastante decente con el trackpad. Rápido y bastante preciso, tiene el tamaño adecuado para trabajar con comodidad y los botones integrados bajo la superficie responden bien.
En el apartado de conectividad, este Chromebook ofrece dos puertos USB 3.0, un puerto USB 3.0 tipo C (que sirve además para cargar el equipo), HDMI y ranura para tarjetas de memoria SD. No es que sea una configuración deslumbrante y claramente es un apartado en el que se podría haber sido algo más ambicioso, incluyendo por ejemplo un segundo puerto USB 3.0 tipo C. El conjunto se completa una webcam 720p que cumple con dignidad en videoconferencias y altavoces integrados que como en la mayoría de los portátiles, aportan un valor puramente testimonial.
¿Qué más podemos contar de este Chromebook? Por ejemplo que cumple de sobra en cuanto a su autonomía. Es un placer poder trabajar durante más de diez horas con este equipo, salir con él de casa sabiendo que no tendremos que enchufarlo en todo el día. Y también que nos hubiera encantado que fuera algo más ligero. Pese a que está construido en fibra de carbono, el peso de este equipo se va hasta los 1,6 kilos, lo cual no lo convierten precisamente en un as de la portabilidad.
Con todo, si sumamos los pros y los contras de este equipo, descubrimos un Chromebook robusto, muy capaz para trabajar en cualquier escenario. Sin embargo, está algo lastrado por un peso un tanto excesivo y un diseño claramente anticuado. Afortunadamente, la calidad de su teclado/trackpad y una pantalla táctil que cumple de forma notable lo sitúan como una opción recomendable para los usuarios más productivos y que buscan un equipo con la máxima autonomía. En conclusión, este Dell 13 3380 no es el Chromebook de nuestros sueños, pero tiene buenas bazas para convencer.