Hace unas semanas Microsoft presentaba Windows 10 S, una versión especial de su Windows 10 pensada para competir con los Chromebooks de Google. Un sistema operativo pensado para equipos económicos con los que poder plantar cara a Google en el segmento educativo y por qué no, en otros escenarios de uso donde los equipos más modestos se «arrastran» con Windows 10 y en cambio podrían lucir estupendamente con esta versión reducida del sistema operativo de Microsoft.
¿Son mejores que los Chromebooks de Google? ¿En qué aspectos mejoran la experiencia de usuario de Chrome OS y en qué otros se quedan detrás? Como veremos en este artículo, Windows 10 S es una buena opción en algunos escenarios pero a día de hoy, los Chromebooks nos siguen pareciendo una alternativa más sólida. Veamos por qué.
Aplicaciones, aplicaciones y más aplicaciones
Windows 10 S estará limitado a las aplicaciones que se puedan instalar desde la Windows Store. Con este movimiento, Microsoft relanza su fallida estrategia de Windows 8 RT, si bien desde Redmond prometen ser mucho más flexible en esta ocasión y por ejemplo, no será necesario (como hasta ahora) que las aplicaciones estén diseñadas necesariamente para su interfaz «mobile» sino que también se admitirán algunas aplicaciones de escritorio.
Pese a todo, la tienda de Windows no ha sido hasta el momento uno de sus grandes puntos fuertes. Muchas aplicaciones populares como Spotify, HBO o incluso la propia Office, carecen de una versión propia para dicha tienda. Otras, caso de Twitter o Instagram, palidecen cuando se las compara con sus versiones para iOS o Android. Es de esperar no obstante que a medida que se popularice el nuevo sistema operativo, crezca el número de Apps disponibles, aunque no hay nada asegurado.
Chrome OS en cambio, ofrece miles de aplicaciones desde su Chrome Web Store, muchas de las cuales funcionan off-line y por lo tanto no necesitan conectarse a Internet. En los Chromebooks más actuales es posible instalar la Google Play Store, de modo que los usuarios disponen además de miles de apps Android que también pueden instalar en su equipo. En este punto no obstante es justo señalar que de momento no todas estas Apps funcionan todo lo bien que deberían, si bien no debería de haber ningún problema con las aplicaciones más populares.
Edge y Bing vs Chrome y Google
Una de las decisiones más polémicas que ha tomado Microsoft en su Windows 10 S, es la de obligar a los usuarios a utilizar Microsoft Edge como navegador por defecto. Microsoft se ha defendido argumentando que los usuarios podrán utilizar cualquier navegador que se ofrezca en la Windows Store, pero de momento parece impensable que opciones como Opera, Firefox y mucho menos Chrome, acaben pasando por el aro.
Pero si incluso lo hicieran, lo que nunca podría hacer el usuario es establecer otro navegador por defecto y cualquier enlace en el que pinchase (por ejemplo en un correo electrónico) seguiría remitiendo irremediablemente a Microsoft Edge. A esto, hay que añadir que cualquier búsqueda que hagamos en Edge ofrecerá únicamente resultados provenientes de Bing. Podremos por supuesto entrar previamente en Google.com y realizar la búsqueda en cuestión, pero todos sabemos que no es lo mismo.
En el caso de los Chromebooks de Google nos encontramos con una situación similar. Aquí no es que no podamos utilizar otro navegador, sino que el propio sistema operativo es el navegador. La principal diferencia entre ambos sin embargo es que mientras que la pareja Chrome/Google lidera cómodamente el mercado de navegadores/búsquedas, el dúo Edge/Bing ocupa las últimas posiciones de sus respectivos nichos de mercado. Seamos sinceros…¿alguien busca en Bing?
Velocidad y autonomía
Una de las principales bazas con las que juega Google a la hora de vender sus Chromebooks es su velocidad y su autonomía. En este sentido, lo habitual es que pasen menos de diez segundos entre que pulsamos el botón de inicio en estos equipos y podamos empezar a trabajar. En nuestro caso particular (estamos escribiendo este artículo con un Chromebook Dell) hemos conseguido parar el reloj en los ocho segundos. Por otro lado, los Chromebooks también presumen de una autonomía casi infinita y según nuestras pruebas, lo habitual es superar las 12 horas de trabajo moderado (es decir sin ser demasiado exigentes en vídeo y multimedia) antes de tener que volver a recargar la batería.
¿Cómo se está comportando Microsoft en este aspecto en su Windows 10 S? Microsoft ha prometido que Windows 10 S tardará 15 segundos menos en arrancar que Windows 10 Pro, utilizando las mismas aplicaciones preinstaladas y el mismo perfil de usuario. La pregunta es: ¿Cuánto tarda actualmente Windows 10 en arrancar? Depende obviamente del equipo en el que los instalemos, pero no es descabellado afirmar (en una configuración ‘clásica’ de disco SSD e Intel Core i5) que nos vamos a los 30-40 segundos.
En cuanto la autonomía, las cifras que maneja Microsoft igualan y en algunos casos superan a las de Google. Su primer equipo de estas características, el Surface Laptop, supera las 14 horas. Dados los relajados requisitos mínimos que Microsoft impone a los fabricantes que quieran instalar Windows 10 S la autonomía podría variar, aunque no parece probable que los usuarios de estos equipos vayan a tener muchas quejas en este aspecto.
Seguridad
Adiós a los antivirus. Windows 10 S contará exclusivamente con la ayuda de Windows Defender para proteger a sus usuarios. Por otro lado, como todas las aplicaciones deberán pasar por el aro de Windows Store, la posibilidad de que un usuario desprevenido se infecte, se reduce drásticamente. ¿Es imposible? No, ya que no sería la primera vez que aplicaciones de una tienda oficial ocultan una desagradable sorpresa para los que las instalan…pero desde luego el riesgo es menor. Lo que no cambia es la discutible política de actualizaciones de Microsoft, que no siempre ha sido ni la más rápida, ni la más eficaz a la hora de proteger a sus usuarios.
En el caso de Chrome OS, hablamos de un sistema operativo que si bien no es invulnerable, sí que es muy seguro. Dada su baja tasa de penetración en el mercado (sobre todo si la comparamos con Windows) no es de momento, uno de los grandes objetivos de los ciber-criminales. Por otro lado su propia estructura sandbox para cada página web y aplicación que abrimos, minimiza considerablemente cualquier posible daño. En el apartado de actualizaciones finalmente, el esfuerzo de Google es constante por lo que difícilmente vamos a encontrar una brecha de seguridad porque el sistema no se encuentre actualizado a su última versión.
Así que..¿Microsoft o Google? Dependerá en última instancia de las preferencias personales de cada usuario… aunque en este caso nuestra apuesta es clara: Google.