Ha pasado a la historia por ser la mano derecha de Steve Jobs y uno de los artífices de la creación del impero Apple. Su popularidad es más reducida a la hora de reconocer que estamos hablando del inventor del concepto moderno de ordenador, como el equipo de reducidas dimensiones que tiene hoy, frente a los verdaderos edificios que albergaban las computadoras en la primera mitad del siglo XX. Pero sin duda, lo más desconocido para el gran público es que estamos hablando del empresario mejor pagado del mundo.
Nos referimos a Steve Wozniak, Woz para los amigos. A sus 66 años, se levanta, nada más y nada menos, que 96 millones de dólares al año, según la revista People with Money que le acaba de coronar como el empresario con mayor remuneración del globo. Y a una distancia abismal de 60 millones de su más inmediato seguidor.
Dicen de él que su familia le inculcó valores como el pensamiento individual, la filosofía moral, la ética del radioaficionado que buscaba echar una mano en situaciones de emergencia. Era un devorador de libros. Y, lo más importante, “siempre ha amado todo lo que requiere pensar mucho, incluso si está desprovisto de toda utilidad práctica o comercial”. Una de esas rara avis con las que nos topamos alguna vez en nuestras vidas.
Natural de San José, una de las ciudades más importantes de California, e hijo de inmigrantes polaco y ucraniana, Woz diseñó su primer ordenador a los trece años. Había embebido de las fuentes de electrónica a través de su padre, que era ingeniero eléctrico y después de devorar literalmente una colección de libros de un joven inventor llamado Tom Swift.
El gran Steve Jobs tuvo la inmensa fortuna de conocer a Woz cuando todavía se encontraba cursando el bachillerato y Wozniack ya estaba en la universidad. Jobs siempre fue un hombre con un talento arrollador en el ámbito del marketing. Necesitaba un ingeniero para sus productos. Y lo encontró. A partir de 1971, la historia de la tecnología cambiaría radicalmente en el mundo. Juntos diseñan una blue box, un mecanismo prohibido por la legislación para realizar llamadas de larga distancia sin coste. Más tarde, Hewlett-Packard ficha a Wozniak, mientras Atari hace lo propio con Jobs.
De dormitorio a garage
Trabajan juntos en un garaje con el objetivo de conseguir un ordenador que fuera fácil de utilizar. Wozniak se encarga de la parte técnica y Jobs de la comercialización. En abril de 1976 crean el primer ordenador de Apple. A partir de esa invención de garaje y dormitorio, diseñan el Apple II que se convierte rápidamente en un éxito de ventas que lleva a la compañía a alcanzar una valoración de 985 millones de dólares en 1983.
Un accidente con su avioneta privada le supone dos largos años de recuperación. En 1985 abandona Apple. Disputado por numerosas empresas, el mayor creativo que ha conocido Silicon Valley funda, junto a Mitchell Kapor, la Electronic Frontier Foundation, para proporcionar ayuda legal a los hackers informáticos que se enfrentan a demandas legales. Crea también la Wheels of Zeus en 2002, que desarrolla tecnología GPS inalámbrica.
Y, además, se divirtió
Tras el cierre de esta empresa, en 2006, escribe sus memorias bajo el título “Cómo inventé el ordenador personal, fui cofundador de Apple y me divertí haciéndolo”. También se une a la fundación de la Salt Lake City Fusion, como su principal científico.
Muy enfadado con la imagen que destilaba la película “Jobs” y la interpretación que realizaba Ashton Kutcher sobre su compañero, hace un par de años pudo ofrecer su particular visión sobre él: “Jobs era mi mejor amigo y transformaba mis creaciones en productos”.
